Tras un intenso periodo electoral, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha concluido el cómputo de las actas para los seis cargos judiciales disputados el pasado 1 de junio. Este hito marca un momento crucial en la consolidación del Poder Judicial de la Federación, renovando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), los Tribunales Colegiados de Circuito y los Juzgados de Distrito. La meticulosa labor del INE, reflejada en el informe presentado por la secretaria ejecutiva, Claudia Arlett Espino, demuestra el compromiso con la transparencia y la precisión en el conteo de cada voto. Imaginen la magnitud de la tarea: 83,974 actas de Juzgados de Distrito, cada una representando la voz de los ciudadanos, escrupulosamente revisadas para asegurar la legitimidad del proceso. Alcanzar el 100% del cómputo, prácticamente en tiempo real, es un testimonio de la eficiencia y dedicación del personal del INE.

Este proceso, sin embargo, no culmina aquí. El consejero Uuc-kib Espadas Ancona ha reafirmado el derecho de las candidaturas a impugnar los resultados si consideran que se vieron afectados por alguna irregularidad, como los llamados "acordeones". Este mecanismo de impugnación garantiza la equidad y la justicia en el proceso, permitiendo a los candidatos recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en busca de revisión. Es importante destacar la separación de funciones: el INE recopila la información y la turna al Tribunal, quien tiene la última palabra en la resolución de controversias. Este sistema de contrapesos fortalece la democracia y asegura la imparcialidad del proceso electoral.

La entrega de constancias de mayoría, programada para el 15 de junio, representará la culminación formal del proceso electoral. Este acto simbólico otorga a los candidatos electos la legitimidad para asumir sus cargos y comenzar a ejercer sus funciones. Finalmente, el 1 de septiembre, los nuevos magistrados y jueces tomarán posesión, marcando el inicio de una nueva etapa en la administración de justicia en México. Este relevo generacional en el Poder Judicial es una oportunidad para reafirmar los principios de imparcialidad, transparencia y eficacia en la búsqueda de una justicia pronta y expedita para todos los mexicanos. La participación ciudadana, tanto en las urnas como en la vigilancia de estos procesos, es fundamental para consolidar un Estado de Derecho sólido y democrático.