La Ciudad de México ha hablado, y aunque su voz resonó con menor intensidad de la esperada, marca un hito en la historia democrática del país. El pasado fin de semana, el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) concluyó el conteo de votos de la primera elección judicial, un proceso inédito que puso a prueba la capacidad ciudadana para elegir directamente a quienes impartirán justicia. Con un 14.73% de participación, la cifra, aunque modesta, supera en dos puntos el promedio nacional, un dato que invita a la reflexión y al análisis. ¿Qué nos dice este porcentaje sobre la participación ciudadana en la capital? ¿Representa un desinterés generalizado o es un reflejo de la complejidad del proceso?

Ernesto Ramos, consejero del IECM, calificó la elección como “impecable” en términos logísticos y operativos. Sin embargo, reconoció el desafío que representa para el Instituto fomentar una mayor comprensión ciudadana sobre este nuevo mecanismo de sufragio. "Tenemos que ver cómo facilitar a la ciudadanía su participación y conocimiento, el adaptarse a nuevas formas de votar", declaró Ramos, haciendo hincapié en la necesidad de simplificar el proceso y hacerlo más accesible para todos. El reto es claro: educar a la población sobre la importancia de participar en la elección de sus jueces y magistrados, y proporcionarles las herramientas necesarias para hacerlo de forma informada y consciente.

El recién creado Tribunal de Disciplina Judicial registró un porcentaje de participación similar al de las magistraturas, con un 14.74%. Un dato que llama la atención es el 20% de votos nulos registrados en la elección de magistrados. ¿Qué motivó a este sector del electorado a anular su voto? ¿Desconocimiento de los candidatos? ¿Insatisfacción con las opciones presentadas? Estas son preguntas cruciales que el IECM deberá analizar para futuras elecciones.

Resulta significativo que la elección de jueces de distrito haya contado con la mayor cantidad de candidaturas y de votos, lo que sugiere un mayor interés ciudadano en este ámbito específico de la judicatura. Esto podría deberse a la percepción de que los jueces de distrito tienen un impacto más directo en la vida cotidiana de las personas.

Un aspecto fundamental que el IECM está revisando minuciosamente es el cumplimiento de la "ocho de ocho" por parte de los candidatos ganadores. Es decir, verificar que ninguno tenga alguna sentencia por algún tipo de violencia. Este es un filtro crucial para garantizar la integridad y la ética de quienes ocuparán cargos judiciales. Se espera que la entrega de las constancias se realice entre el domingo 15 y el lunes 16 de junio, una vez que se haya confirmado el cumplimiento de todos los requisitos.

La primera elección judicial en la Ciudad de México sienta un precedente importante. Es un primer paso hacia una mayor participación ciudadana en la conformación del poder judicial. El camino por recorrer aún es largo, pero el IECM ha demostrado su compromiso con la transparencia y la eficiencia en la organización de este proceso. Ahora, el desafío radica en convertir esta experiencia en un aprendizaje para fortalecer la democracia y consolidar la confianza ciudadana en las instituciones. La participación, la información y la educación son las claves para construir un futuro judicial más transparente, justo y representativo de la voluntad popular.