La fiebre por los OVNIs ha llegado a Tampico, aunque no de la forma que muchos esperaban. La viralización de una imagen en redes sociales sobre un supuesto restaurante temático llamado “Órbita 60”, con elevador que simula una abducción y platillos como “lágrimas de Orión”, ha desatado no solo risas y especulaciones, sino también una interesante propuesta por parte del presidente de la Cámara Nacional de Comercio porteña, Eduardo Manzur Manzur.

Lejos de desestimar la ocurrencia, Manzur ha visto en esta broma una oportunidad para revitalizar el deteriorado edificio del Hospital Civil Carlos Canseco. Su visión: transformar el viejo inmueble en un moderno complejo comercial con oficinas y, sí, un restaurante giratorio en la azotea, similar a los que existen en otras grandes ciudades del mundo. Imaginen la vista panorámica de Tampico desde las alturas, un nuevo icono turístico que atraiga visitantes y genere la anhelada “foto obligada”.

Manzur argumenta que la infraestructura actual del antiguo hospital no se adapta a las necesidades del Centro Histórico y que su rehabilitación impulsaría el dinamismo comercial de la zona. Este proyecto, más allá de la temática alienígena, busca capitalizar el interés generado por la publicación viral y convertirlo en una inversión tangible que beneficie a la ciudad. Un restaurante giratorio, aunque no sirva platillos extraterrestres, podría ser el imán que atraiga a turistas y fortalezca la vocación turística de Tampico.

Mientras tanto, la ingeniosa publicación que originó todo este debate continúa circulando en redes. El menú ficticio de “Órbita 60”, con sus “meteoritos de queso” y “Tacos Ovni” de tortilla azul, ha capturado la imaginación de muchos, demostrando el poder de la creatividad y el humor para generar conversación y, en este caso, hasta propuestas de desarrollo urbano. Aunque la idea de cenar en una “nave nodriza” en el centro de Tampico siga siendo una fantasía, la posibilidad de disfrutar una vista panorámica desde un restaurante giratorio podría convertirse en una realidad.

La pregunta que todos se hacen es: ¿se materializará la visión de Manzur? ¿Logrará la broma del “restaurante OVNI” impulsar la transformación del viejo hospital? El tiempo lo dirá. Lo que es cierto es que la idea ha sembrado una semilla de esperanza para la revitalización de una zona importante de la ciudad y ha demostrado que, a veces, las ocurrencias más disparatadas pueden ser el catalizador de cambios positivos. Mientras tanto, la leyenda urbana de Tampico como punto de encuentro con extraterrestres, ahora tiene un nuevo capítulo, uno que mezcla humor, visión de futuro y la posibilidad de un nuevo atractivo turístico que podría poner a la ciudad en la órbita de los destinos imperdibles.

Queda por ver si el proyecto se concreta, qué diseño arquitectónico se elige y si se incorporarán, aunque sea de forma sutil, algunos elementos que recuerden la divertida anécdota del restaurante alienígena. ¿Quizás un cóctel llamado “Abducción”? ¿Un postre con forma de nave espacial? Las posibilidades son tan amplias como la imaginación de los tampiqueños, que han demostrado tener un buen sentido del humor y una gran capacidad para soñar en grande. Y quién sabe, tal vez en un futuro no muy lejano, mientras disfrutamos de una cena con vista panorámica, podamos bromear sobre la vez que un restaurante OVNI ficticio inspiró la transformación de un antiguo hospital.