La intermitencia en la página web del Organismo Público Local Electoral (OPLE) de Veracruz ha generado una ola de incertidumbre y especulación en torno a los resultados de la elección judicial. Si bien la consejera presidenta, Marisol Delgadillo, atribuye la falla a la alta demanda de consultas, la situación pone de manifiesto la importancia de una infraestructura tecnológica robusta y preparada para eventos de esta magnitud. En un mundo cada vez más digitalizado, donde la inmediatez de la información es crucial, la transparencia del proceso electoral depende en gran medida de la capacidad de los organismos electorales para proporcionar acceso fluido y constante a los datos.

La "pausa" en la captura de datos, si bien justificada por la necesidad de garantizar la transparencia, alimenta la ansiedad de la ciudadanía y de los candidatos. La falta de información oficial abre la puerta a rumores y conjeturas, que pueden desestabilizar el clima político y erosionar la confianza en el proceso electoral. Es fundamental que el OPLE restablezca el servicio lo antes posible y comunique con claridad y precisión los avances en el conteo de votos.

Más allá de la cuestión técnica, la situación plantea interrogantes sobre la planificación y la previsión del OPLE. ¿Se subestimó el interés ciudadano en esta elección judicial? ¿Se realizaron las pruebas de estrés necesarias para garantizar la estabilidad del sistema ante un alto volumen de consultas? Estas son preguntas que el organismo electoral debe responder para recuperar la confianza de la ciudadanía.

La declaración de la consejera electoral Mabel Hernández, sobre la imposibilidad de declarar ganadores debido a la baja cantidad de votos contabilizados, añade otra capa de complejidad al panorama. Si bien es cierto que se requiere un conteo significativo para obtener resultados concluyentes, la situación actual prolonga la incertidumbre y mantiene en vilo a los contendientes. Es imperativo que el OPLE acelere el proceso de conteo una vez que se resuelva la falla técnica, y que proporcione actualizaciones periódicas a la ciudadanía para mantener la transparencia del proceso.

El llamado a la prudencia y a la calma por parte del consejero electoral Fernando García es pertinente, pero la responsabilidad principal recae en el OPLE. La confianza en las instituciones democráticas se construye con transparencia, eficiencia y capacidad de respuesta. En este caso, el OPLE tiene la oportunidad de demostrar que está a la altura del reto y que puede garantizar la integridad del proceso electoral, a pesar de los contratiempos técnicos.

La presencia de observadores electorales en los 27 consejos municipales es un elemento positivo que contribuye a la legitimidad del proceso. Sin embargo, la observación electoral no puede sustituir la responsabilidad del OPLE de garantizar la transparencia y la eficiencia en el conteo de votos. La ciudadanía espera resultados concretos y confiables, y es deber del organismo electoral proporcionarlos en tiempo y forma. El 1.8% de paquetes electorales contabilizados es una cifra insuficiente para generar certeza, y el OPLE debe redoblar esfuerzos para acelerar el proceso y ofrecer a la ciudadanía la información que demanda. La democracia se fortalece con la participación ciudadana, pero también con la eficiencia y la transparencia de las instituciones encargadas de organizar y gestionar los procesos electorales.