La inclusión de las mujeres de 63 y 64 años a la Pensión del Bienestar marca un hito en la lucha por la justicia social en México. Este programa, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, no solo representa un apoyo económico vital para miles de mujeres, sino también un reconocimiento a su invaluable contribución a la sociedad a lo largo de sus vidas. Imaginen la tranquilidad que sentirán al contar con un ingreso seguro que les permitirá afrontar los gastos básicos, desde la alimentación y la salud, hasta el esparcimiento y el cuidado personal. Este programa es un paso firme hacia un futuro donde la vejez no sea sinónimo de precariedad, sino de dignidad y bienestar.

La Secretaría del Bienestar, liderada por Ariadna Montiel Reyes, ha diseñado un proceso de registro claro y accesible para asegurar que todas las mujeres que cumplan con los requisitos puedan acceder a este beneficio. La organización por inicial del primer apellido evita aglomeraciones y facilita la atención personalizada en los módulos, donde personal capacitado guiará a las solicitantes en cada paso del proceso. Este esfuerzo por simplificar el trámite demuestra el compromiso del gobierno con la inclusión y la atención a las necesidades de las adultas mayores.

Los 3,000 pesos bimestrales que recibirán las beneficiarias no son solo una cifra, son una inyección de vitalidad a la economía local. Este dinero circulará en los comercios de sus barrios, generando un impacto positivo en las pequeñas y medianas empresas, y contribuyendo al desarrollo económico de sus comunidades. Además, este apoyo permitirá a las mujeres mantener su independencia económica, tomar decisiones sobre su propio bienestar y participar activamente en la vida social.

La expansión del programa Mujeres con Bienestar a 17 nuevos municipios y la incorporación de 3,500 nuevas beneficiarias en 2025 son una muestra clara del compromiso del gobierno con la equidad de género y la reducción de la brecha de desigualdad. Este crecimiento no solo beneficia a las mujeres directamente, sino que también fortalece el tejido social, empodera a las comunidades y construye un México más justo e inclusivo.

Es fundamental que las mujeres de 63 y 64 años estén atentas al calendario de registro y acudan al módulo correspondiente con la documentación necesaria. Este es un derecho que les corresponde y una oportunidad para mejorar su calidad de vida. Además, es importante que compartan esta información con sus amigas, familiares y vecinas para que ninguna mujer se quede sin acceder a este beneficio. Juntas, construimos un futuro donde la vejez sea sinónimo de plenitud y bienestar para todas las mujeres mexicanas. Informarse es el primer paso para acceder a este apoyo que reconoce y valora la invaluable aportación de las mujeres adultas mayores a nuestra sociedad. No dejen pasar esta oportunidad, el bienestar está al alcance de todas.