
10 de junio de 2025 a las 04:10
Morena exige castigo a la corrupción
En un México en plena efervescencia política y social, la voz crítica de José Antonio Rueda Márquez resuena con fuerza, despertando una necesaria reflexión sobre el camino que ha tomado el gobierno actual, emanado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido del cual el propio Rueda es uno de los fundadores. Su análisis, incisivo y profundo, no se limita a la mera observación, sino que propone una hoja de ruta para consolidar la llamada Cuarta Transformación.
Rueda Márquez insiste en la urgencia de legislar contra la corrupción en todas sus formas, estableciendo este principio como el faro que debe iluminar la construcción de un nuevo México. El coordinador de la Unidad de las Izquierdas advierte sobre el peligro de caer en los mismos vicios que han manchado el ejercicio del poder en el pasado. Recuerda, con agudeza, cómo el PRI utilizaba el discurso de figuras históricas como Villa, Zapata y Juárez, vaciando sus palabras de contenido y traicionando su legado. Hoy, advierte, la democracia participativa no puede ser un simple eslogan de campaña, sino una práctica cotidiana que permee todas las esferas de la vida pública.
Para Rueda Márquez, la congruencia entre el discurso y la acción es fundamental. Los compromisos adquiridos deben traducirse en realidades tangibles para la ciudadanía. De lo contrario, el riesgo de caer en la demagogia y el engaño es latente, lo que inevitablemente conduciría a la decepción de la población. El reto, por lo tanto, radica en hacer de la democracia una práctica real, donde los primeros en comprometerse sean los funcionarios, líderes y militantes de Morena.
El crecimiento cuantitativo del partido, que busca alcanzar los 10 millones de militantes, debe ir acompañado de un desarrollo cualitativo. No se trata solo de aumentar las cifras, sino de fomentar la participación activa de la militancia en la discusión y análisis de los temas públicos. Para ello, es esencial que la información sea accesible y que se promueva un debate informado y crítico.
Rueda Márquez observa con preocupación la falta de mecanismos de evaluación y vigilancia en las políticas del gobierno federal. La ciudadanía, argumenta, debe estar informada sobre los resultados de dichas políticas y tener la capacidad de fiscalizar su correcta aplicación, garantizando que no se desvíen por los caminos de la corrupción. Espera que Morena rectifique su rumbo y se comprometa con la transparencia y la rendición de cuentas.
La honestidad, señala, no se decreta, se construye. Por ello, insiste en la necesidad de legislar a fondo el tema de la corrupción, estableciendo sanciones contundentes para quienes traicionen la confianza del pueblo. No basta con declararse honesto, es necesario crear un marco legal que garantice la transparencia y la rendición de cuentas, sin importar la filiación política del infractor. Morena, advierte, no puede ser cómplice de la corrupción de sus propios funcionarios.
La lucha contra la corrupción, concluye Rueda Márquez, debe ser una prioridad ineludible. Es necesario legislar con firmeza y transparencia para que todos los funcionarios sepan que son los primeros obligados a cumplir con la ley y que no habrá protección para quienes se desvíen del camino de la honestidad. Solo así se podrá construir un México verdaderamente justo y democrático.
Fuente: El Heraldo de México