La tragedia ha enlutado al periodismo mexicano. La tarde del domingo, la vida de Dante Gutiérrez Reyes, camarógrafo y reportero de Canal 11, fue arrebatada en un presunto asalto en Tlalnepantla, Estado de México. La noticia, confirmada por sus compañeros de trabajo en una emotiva transmisión, ha conmocionado a la comunidad periodística y a la sociedad en general. El vacío que deja Dante es inmenso, no solo en los pasillos de Canal 11, sino también en los corazones de quienes lo conocieron y compartieron con él la labor informativa.

La noticia, como un mazazo, resonó en redes sociales, donde Canal 11 publicó una esquela lamentando la pérdida irreparable. Las palabras, cargadas de dolor e impotencia, apenas alcanzan a reflejar la magnitud de la tragedia. "Fue asesinado y su familia merece todo nuestro respaldo para exigir justicia", se lee en el conmovedor mensaje. El gremio periodístico, unido en el dolor, se ha volcado en muestras de solidaridad y apoyo a la familia de Dante, utilizando el hashtag #JusticiaParaDante para exigir el esclarecimiento de los hechos y que este crimen no quede impune.

Las circunstancias que rodean la muerte de Dante son aún confusas. Según información preliminar, el ataque ocurrió afuera de su domicilio, donde presuntamente intentaron robarle su automóvil. La presencia de su familia en el momento del asalto añade un componente aún más doloroso a esta tragedia. Imaginar el terror y la impotencia que vivieron sus seres queridos es desgarrador.

La conductora del programa de noticias de Canal 11, con la voz entrecortada por la emoción, confirmó la noticia este lunes. Sus palabras, cargadas de tristeza y rabia contenida, reflejan el sentimiento generalizado. "Fue víctima de un asalto en el Edomex. No ahondaremos en detalles", expresó, priorizando el respeto al dolor de la familia. Sin embargo, la exigencia de justicia resonó con fuerza en su mensaje: "Les acompañamos en la exigencia del esclarecimiento del caso, pedimos a las autoridades que hagan justicia".

La muerte de Dante Gutiérrez Reyes no es solo una estadística más en la creciente ola de violencia que azota al país. Es la pérdida de un profesional comprometido, un compañero solidario, un amigo entrañable. Las anécdotas compartidas por sus colegas en redes sociales dibujan el perfil de un hombre tranquilo, trabajador y siempre dispuesto a ayudar. Su ausencia dejará un hueco difícil de llenar en el panorama periodístico mexicano.

Ante este doloroso suceso, la pregunta que resuena es ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo la violencia seguirá arrebatando vidas, truncando sueños y sembrando el terror en la sociedad? La exigencia de justicia para Dante es un clamor que debe ser escuchado. Es un llamado a las autoridades para que actúen con prontitud y eficacia, para que este crimen, como tantos otros, no quede impune. La memoria de Dante, su dedicación al periodismo y su calidad humana merecen que se haga justicia. Su legado, sin duda, inspirará a las futuras generaciones de periodistas a seguir buscando la verdad, a pesar de los riesgos y las adversidades.

El periodismo mexicano está de luto. La pérdida de Dante Gutiérrez Reyes es una herida profunda que nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de luchar por un país más justo y seguro para todos.