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11 de junio de 2025 a las 02:35

Ciudadanos deciden futuro judicial

Un nuevo capítulo se escribe en la historia de la democracia mexicana. La elección popular de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, celebrada el pasado 1 de junio, no solo consolida un avance significativo en la participación ciudadana, sino que también inyecta una dosis renovada de legitimidad a quienes ahora ostentan la responsabilidad de impartir justicia. Imaginen, por un momento, el peso de esta transformación: la voz del pueblo, resonando en los pasillos de la justicia, eligiendo a quienes velarán por el cumplimiento de la ley. Es un hito que nos invita a reflexionar sobre el poder de la democracia y la importancia de involucrarnos activamente en la construcción de un país más justo.

La ministra Yasmín Esquivel Mossa, en una entrevista exclusiva, calificó este proceso como un hecho histórico. Sus palabras, cargadas de emoción y convicción, reflejan el sentir de una nación que anhela una justicia accesible para todos, sin importar su origen, condición social o vulnerabilidad. "Necesitamos un país más justo, un país de igualdades”, afirmó la ministra, un llamado a la acción que resuena con fuerza en cada rincón del territorio nacional. ¿Qué significa un país justo? ¿Cómo podemos construirlo entre todos? Estas preguntas, planteadas por la ministra Esquivel, nos interpelan directamente y nos invitan a ser parte del cambio.

La elección popular no solo renueva los rostros del Poder Judicial, sino que también trae consigo la esperanza de una justicia más cercana a la gente. Es la promesa de un sistema que escucha, que entiende y que actúa en beneficio de la sociedad en su conjunto. La participación ciudadana, en este sentido, se convierte en la piedra angular de la transformación, un motor que impulsa el cambio y que nos acerca a la justicia que todos merecemos.

Un dato particularmente relevante en este proceso es la elección del ministro Hugo Aguilar Ortiz como próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se trata de un acontecimiento histórico, ya que es la primera vez desde la época del presidente Benito Juárez que una persona de origen indígena ocupa este cargo. La figura de Aguilar Ortiz, comprometido con los derechos de los pueblos originarios, simboliza la inclusión y la representatividad que tanto necesitamos en nuestras instituciones. Su liderazgo, sin duda, marcará un precedente en la lucha por la igualdad y el reconocimiento de la diversidad cultural que enriquece a nuestra nación.

La renovación en la presidencia de la SCJN, con la rotación cada dos años entre las ministras y ministros que hayan obtenido el mayor número de votos, garantiza una dinámica de cambio y una mayor participación en la toma de decisiones. Tras el periodo del ministro Aguilar Ortiz, la ministra Lenia Batres asumirá la presidencia, seguida por Yasmín Esquivel y posteriormente por la ministra Loreta Ortiz. Esta rotación, sin precedentes, fortalece la democracia interna del Poder Judicial y abre las puertas a nuevas perspectivas y enfoques en la administración de la justicia.

En definitiva, la elección popular de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial representa un paso firme hacia la consolidación de una democracia más participativa y representativa. Es un triunfo para la ciudadanía, que ahora tiene el poder de elegir a quienes velarán por sus derechos y libertades. Es, sin duda, un momento histórico que nos invita a seguir construyendo, entre todos, el México justo e igualitario que anhelamos. El futuro de la justicia está en nuestras manos.

Fuente: El Heraldo de México