La conmoción sacude a la comunidad educativa de Salsipuedes, Córdoba, tras el violento episodio ocurrido en el IPETyM 61 General Manuel Savio. Una alumna de 15 años fue agredida con un cúter en el cuello por una compañera de clase, dejando una profunda herida de ocho centímetros y otra menor de un centímetro, justo debajo del mentón. La escena, que se desarrolló dentro del aula, ha generado una ola de interrogantes y preocupación entre padres, alumnos y docentes.

Si bien ambas jóvenes se encuentran estables, la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital de Unquillo, donde recibió siete puntos de sutura en la herida más profunda. Afortunadamente, los médicos confirmaron que no se vieron comprometidos vasos sanguíneos importantes. La joven permanece bajo observación médica, mientras que la agresora quedó bajo custodia policial, activando los protocolos correspondientes para menores.

El hermetismo rodea las posibles causas del ataque. Aunque las autoridades escolares y judiciales no han emitido declaraciones oficiales sobre las motivaciones, versiones extraoficiales apuntan a un posible caso de acoso escolar. Familiares y compañeros de la víctima afirman que la joven sufría episodios de hostigamiento, aunque estas denuncias no han sido confirmadas por la institución. La investigación en curso busca esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de la agresora.

La incertidumbre y la angustia se palpan en la comunidad educativa. El comunicado emitido por el IPETyM 61, aunque escueto, confirma el buen estado de salud de ambas alumnas y asegura que se han tomado las medidas pertinentes, activando el protocolo y notificando a las autoridades. Sin embargo, la brevedad del comunicado deja muchas preguntas sin respuesta. ¿Qué tipo de acompañamiento se está brindando a ambas jóvenes y a sus familias? ¿Se implementarán medidas para prevenir futuros episodios de violencia? ¿Se investigarán las denuncias de acoso escolar?

Este lamentable incidente pone de manifiesto la urgente necesidad de abordar la problemática del bullying y la violencia en las escuelas. Es fundamental promover un ambiente seguro y respetuoso para todos los alumnos, donde se fomente el diálogo, la empatía y la resolución pacífica de conflictos. La prevención y la atención temprana son claves para evitar que situaciones como esta se repitan. Más allá de las sanciones, es crucial implementar programas de concientización y capacitación para docentes, alumnos y padres, que permitan identificar, prevenir y abordar el acoso escolar en todas sus formas.

La comunidad de Salsipuedes espera con ansias el resultado de las investigaciones y las medidas que se tomarán para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los estudiantes. Este incidente debe servir como un llamado de atención para fortalecer las políticas de convivencia escolar y construir una escuela donde prime el respeto, la tolerancia y la paz. El silencio y la indiferencia no pueden ser una opción.