Un martes común y corriente se transformó en una pesadilla para los habitantes de la colonia Santa Fe y 8 de Octubre en Juchitán, Oaxaca. El zumbido amenazante que al principio parecía lejano, se convirtió rápidamente en un enjambre furioso que sembró el pánico y dejó a su paso un saldo de 27 personas atacadas, 17 de ellas hospitalizadas. Imaginen la escena: el reloj marcaba cerca de la 1:00 p.m., hora de salida de las escuelas, niños con sus mochilas y padres apresurados transitaban por las calles cuando, de repente, el aire se llenó de abejas. El caos se desató. Personas corrían en todas direcciones buscando refugio, algunas se cubrían el rostro con las manos, otras intentaban espantar a los insectos con desesperación.

La tranquilidad de la tarde se rompió con los gritos de dolor y los llantos de los niños. Mototaxis, el transporte habitual de la zona, quedaron abandonados en medio de la calle, testimonio del repentino ataque. Sus ocupantes, en un acto reflejo de supervivencia, huyeron despavoridos dejando atrás sus pertenencias. Las abejas, en una nube densa e implacable, no discriminaron a sus víctimas. Niños, adultos, transeúntes, todos fueron blanco de sus aguijones. La situación se tornó aún más dramática para tres menores y cinco adultos que, debido a la gravedad de las picaduras, requirieron hospitalización inmediata. Ocho personas más luchan por respirar con ayuda de oxígeno, una muestra contundente de la virulencia del ataque.

Los paramédicos de Protección Civil, verdaderos héroes en medio del caos, llegaron al lugar para brindar los primeros auxilios y trasladar a los heridos al Hospital General Dr. Macedonio Benítez Fuentes. La escena era desgarradora: rostros hinchados, cuerpos cubiertos de ronchas y el incesante zumbido de las abejas que aún sobrevolaban la zona. "Vi como una de las personas de la tercera edad venía totalmente bañada de abejas, cayó al piso y pedía auxilio, le rocié un insecticida, pero no fue suficiente, porque también me picaron a mí”, relató uno de los testigos, con la voz aún temblorosa por el impacto.

Mientras los servicios de emergencia atendían a los heridos, el personal de Protección Civil, equipado con trajes especiales, se enfrentó al enjambre. La vía estatal que conecta Santa María Xadani con Juchitán fue cerrada al tráfico para evitar más víctimas. Cuatro mototaxis, una motocicleta y un motocarro de basura quedaron abandonados en la escena, mudos testigos del caos que se vivió. ¿Qué provocó la furia de las abejas? ¿Fue una perturbación accidental de su colmena? ¿Un cambio en las condiciones ambientales? Las autoridades investigan las causas de este inusual ataque, mientras la comunidad se recupera del susto y se solidariza con las víctimas. Este incidente nos recuerda la importancia de respetar el hábitat de estos insectos y tomar precauciones al encontrarnos cerca de una colmena. La naturaleza, en su inmensa fuerza, a veces nos recuerda que debemos coexistir en armonía y respeto.