La transformación social que México ha experimentado en los últimos años es innegable. Bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, fuimos testigos de un cambio de paradigma en la política social, con la implementación de programas históricos como la Pensión Universal para Adultos Mayores, un respiro para nuestros mayores que merecen vivir con dignidad y tranquilidad. La Pensión para Personas con Discapacidad, un acto de justicia social que reconoce la necesidad de un apoyo integral para este sector de la población. No podemos olvidar el Sistema de Becas "Benito Juárez", una inversión crucial en el futuro de México, que brinda oportunidades educativas a miles de estudiantes de todos los niveles, desde la primaria hasta la universidad, permitiéndoles alcanzar sus sueños y romper el ciclo de la pobreza. Programas como "Jóvenes Construyendo el Futuro" y "Sembrando Vida" no solo ofrecen alternativas laborales y capacitación, sino que también impulsan el desarrollo comunitario y la preservación de nuestro medio ambiente.

En el ámbito laboral, el aumento al salario mínimo, una demanda histórica de la clase trabajadora, ha significado una mejora tangible en la calidad de vida de millones de familias. El incremento en el reparto de utilidades y en los días de vacaciones, son reconocimientos al esfuerzo y dedicación de los trabajadores. La eliminación de la subcontratación, una práctica abusiva que precarizaba las condiciones laborales, fue un paso fundamental para la protección de los derechos de los trabajadores. La basificación de casi un millón de maestros y maestras, un acto de justicia y reconocimiento a su invaluable labor en la formación de las nuevas generaciones. La creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, una medida que garantiza la seguridad económica de los trabajadores en su retiro, consolida un futuro más estable y digno para quienes han dedicado su vida al trabajo.

Con la presidenta Claudia Sheinbaum, esta transformación no solo se mantiene, sino que se fortalece. Se construyen nuevas políticas que amplían la cobertura y el impacto de los programas sociales. Los programas de apoyo a las mujeres, un pilar fundamental para la equidad de género y el empoderamiento femenino. El apoyo a los estudiantes de secundaria, una etapa crucial en su desarrollo académico y personal. El programa Salud Casa por Casa, que lleva atención médica de calidad a los hogares de las familias mexicanas. Y los programas de vivienda social y popular, que buscan garantizar el derecho a una vivienda digna para todos.

En el tema de la vivienda, se trabaja en diversas estrategias para facilitar el acceso a este derecho fundamental. La Comisión Nacional de Vivienda, el Infonavit y el Fovissste, instituciones que coordinan esfuerzos para brindar soluciones habitacionales a trabajadores no asalariados, de empresas privadas y del Estado. El Fovissste, vive una etapa de renovación y fortalecimiento, con programas que buscan aliviar la carga financiera de los trabajadores, como la congelación, reducción y condonación de deudas problemáticas. El rescate de proyectos de vivienda inconclusos, una medida que no solo beneficia a las familias que esperaban su hogar, sino que también reactiva la economía local. La ampliación de los programas de autoconstrucción, que ahora permiten edificar vivienda en suelo de propiedad social, ampliando las posibilidades para las familias que desean construir su propio hogar. Y la recuperación de la atribución del Fovissste para construir vivienda, una decisión estratégica que permitirá ampliar la oferta de vivienda y generar empleos.

El reciente acuerdo que permite juntar créditos de Infonavit y Fovissste es una muestra más de la innovación y el compromiso con el bienestar de las familias mexicanas. Esta iniciativa duplica la capacidad de pago para la adquisición de vivienda, abriendo nuevas posibilidades para parejas, uniones libres, hermanos, padres e hijos. Un paso significativo hacia la consolidación del derecho a la vivienda y la construcción de un futuro más próspero para todos. Este renacimiento en el impulso a la vivienda para los trabajadores del Estado es una muestra tangible del compromiso del gobierno con el bienestar social y la construcción de un México más justo e igualitario.