
9 de junio de 2025 a las 04:35
¿Víctima de piquetes? El IMSS te auxilia
La inquietud se palpa en el aire, un fantasma invisible que recorre los vagones del Metro y los autobuses del Metrobús en la Ciudad de México. El temor a un pinchazo, a una punción repentina e inexplicable, se ha convertido en una preocupación latente, especialmente en las horas pico, cuando la masa humana se comprime en los transportes públicos. El IMSS, consciente de esta creciente alarma social, ha salido a la palestra para tranquilizar a la población y ofrecer una respuesta coordinada ante estos sucesos. No se trata, aseguran, de desestimar las experiencias de quienes han reportado sentir un pinchazo, sino de abordar la situación con la seriedad y el rigor científico que merece.
El Dr. Edmundo García Monroy, coordinador de Programas Médicos de la Coordinación de Unidades de Segundo Nivel del IMSS, ha sido claro: las puertas de los servicios de urgencias están abiertas para todos, derechohabientes o no. La normativa mexicana es tajante al respecto: nadie que requiera atención urgente puede ser rechazado. El protocolo está en marcha. Ante la sospecha de un pinchazo, el primer paso es acudir al área de Triage, donde personal especializado evalúa la gravedad de los síntomas. Mareos, náuseas, vómitos, somnolencia… cada signo es cuidadosamente analizado para determinar el curso de acción a seguir. Una consulta con el médico familiar puede ser suficiente en algunos casos, mientras que otros, más complejos, podrían requerir hospitalización y un seguimiento más exhaustivo.
Sin embargo, la situación se torna aún más compleja con la llegada del calor extremo. Las altas temperaturas, combinadas con la aglomeración propia de las horas pico en el transporte público, pueden generar un cóctel de síntomas que imitan los efectos de un pinchazo. Golpes de calor, deshidratación, fatiga extrema… el cuerpo, sometido a un estrés intenso, puede reaccionar de maneras inesperadas. Sudoración excesiva, mareos, incluso desmayos, son posibilidades reales en estas circunstancias. ¿Cómo diferenciar entonces un golpe de calor de un posible pinchazo? La respuesta, según el Dr. García Monroy, es simple: acudir al médico.
No se trata de autodiagnosticarse ni de dejarse llevar por el pánico. La clave está en la atención médica oportuna. Solo un profesional de la salud, tras una evaluación exhaustiva, puede determinar la causa de los síntomas y prescribir el tratamiento adecuado. El IMSS, en su compromiso con la salud pública, reitera la importancia de no subestimar ninguna señal de alarma y de buscar ayuda profesional ante cualquier duda. La prevención y la atención temprana son las mejores herramientas para salvaguardar nuestro bienestar en un entorno cada vez más complejo y desafiante. La salud es un derecho, y el IMSS está ahí para garantizarlo. Ante la incertidumbre, la respuesta es clara: información, atención y prevención.
Fuente: El Heraldo de México