
9 de junio de 2025 a las 21:45
Morena pierde Veracruz y Durango: ¡La oposición triunfa!
La resonante victoria de la oposición en las elecciones locales de Durango y Veracruz ha desatado un torbellino de reacciones, y una de las más contundentes proviene del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno. En una entrevista cargada de afirmaciones, Moreno no solo celebró el triunfo, sino que también apuntó directamente a las figuras que, según él, son responsables de la debacle de Morena: Luis Alcalde y Andy López Beltrán. "Les pusimos nombre y apellido", declaró con firmeza, acusándolos de falta de liderazgo, trayectoria y experiencia, factores que, a su juicio, condujeron a la "peor derrota" del partido gobernante.
Moreno aprovechó la plataforma de "Nada más por convivir" en El Heraldo Radio para desgranar su análisis de los resultados electorales. Insistió en que la victoria en Durango y Veracruz demuestra que Morena no es invencible, que "claro que se les puede ganar" y que representan "el peor peligro y el peor fracaso en resultados para México". Estas declaraciones, cargadas de un tono triunfalista, buscan no solo capitalizar el éxito electoral, sino también posicionar al PRI como una alternativa viable de cara a futuros comicios.
El líder priista destacó la importancia de los resultados para su partido, subrayando la conquista de cinco municipios en solitario y 16 en alianza con el PAN, sumando un total de 21 municipios bajo su control. "Gobernamos en población más del 60% del estado", afirmó con orgullo, reconociendo, sin embargo, el avance de Movimiento Ciudadano y otras fuerzas opositoras. Esta mención, aunque breve, revela una lectura pragmática del escenario político, donde la competencia no solo se centra en Morena, sino también en otros actores que buscan consolidarse como alternativas.
Más allá de las cifras y los porcentajes, las palabras de Moreno dibujan un panorama de reacomodo en el tablero político. La contundencia de su discurso, sumado a la resonancia mediática que han alcanzado sus declaraciones, sugiere una estrategia deliberada de reposicionamiento del PRI en el escenario nacional. El mensaje es claro: el partido no solo está vivo, sino que se presenta como una fuerza capaz de desafiar el dominio de Morena y liderar la oposición.
La pregunta que queda flotando en el aire es si esta victoria es un punto de inflexión real o un episodio aislado en el complejo panorama político mexicano. ¿Será capaz el PRI de capitalizar este impulso y construir una plataforma sólida para las próximas elecciones? El tiempo, y por supuesto, las urnas, tendrán la última palabra. Lo que sí es innegable es que las elecciones en Durango y Veracruz han inyectado una dosis de incertidumbre en el panorama político y han abierto un nuevo capítulo en la pugna por el poder. La batalla, sin duda, apenas comienza.
Fuente: El Heraldo de México