La historia de Nyny Jhoanna Montaña Rodríguez es un triste recordatorio de las dificultades que enfrentan muchos migrantes en busca de una vida mejor. Dejar atrás su San Eduardo natal en Boyacá, Colombia, hace más de una década, en busca del sueño de progreso, la llevó a un destino trágico en Panajachel, Sololá, Guatemala. Imaginemos a esta joven emprendedora, con apenas 31 años, llena de ilusiones y con la valentía de abrirse camino en un país extranjero. Primero en San Lucas Tolimán, luego en Panajachel, Nyny luchó por establecerse, encontrando en el comercio de ropa de paca una forma de sustento. Un negocio que, si bien modesto, representaba su independencia y su anhelo de superación.

Sin embargo, la vida le tenía preparado un duro revés. La separación de su esposo y la pérdida de la custodia de su hija marcaron un punto de inflexión en su historia. A partir de entonces, los problemas económicos comenzaron a agobiarla. Las deudas con el arrendador la llevaron a perder sus tiendas, dejándola en una situación de vulnerabilidad. Es desgarrador pensar en la angustia que debió sentir al ver cómo se desvanecían sus esfuerzos, cómo el sueño de una vida mejor se convertía en una pesadilla.

La relación con un basquetbolista, cuya identidad se mantiene en reserva, añade otra capa de complejidad al caso. Este hombre, dueño del restaurante Terraza en el centro comercial El Dorado, se convierte en una figura central en la investigación. Su viaje a Estados Unidos días antes del hallazgo del cuerpo de Nyny, sumado al hecho de que ella ocasionalmente pernoctaba en el restaurante cerrado, genera interrogantes que las autoridades deberán resolver. Si bien no se le ha señalado formalmente como sospechoso, su testimonio es crucial para esclarecer los hechos.

El hallazgo del cuerpo de Nyny en un congelador desconectado, en avanzado estado de descomposición, es una imagen que impacta y conmueve. La ausencia de signos visibles de violencia, según el Ministerio Público, no descarta la posibilidad de un feminicidio. La espera de los resultados de las pericias del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), que podrían tardar hasta tres meses, prolonga la agonía de la familia, que clama por justicia y por la repatriación del cuerpo de Nyny.

La familia de Nyny, con el corazón destrozado, se enfrenta ahora a la difícil tarea de repatriar su cuerpo a Colombia. Una tarea que no solo implica trámites burocráticos y autorizaciones sanitarias, sino también un costo económico que supera sus posibilidades. La colecta que han iniciado a través de cuentas bancarias en Bancolombia y Santander España es un llamado a la solidaridad, una muestra de la unión familiar y del deseo de darle a Nyny un último adiós en su tierra natal.

El caso de Nyny Jhoanna Montaña Rodríguez nos invita a reflexionar sobre la vulnerabilidad de los migrantes, las dificultades que enfrentan en la búsqueda de una vida mejor y la importancia de la justicia y la solidaridad en momentos de tragedia. Mientras las autoridades continúan investigando, la familia de Nyny espera con ansias la verdad y la posibilidad de despedirla con la dignidad que merece. Su historia, aunque trágica, debe servir como un llamado a la empatía y a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva para todos.