Amigos, familia, seguidores queridos… con el corazón en la mano, quiero compartirles una noticia personal. Como muchos saben, he vivido unos meses maravillosos junto a Eduardo Salazar. Un hombre excepcional, lleno de virtudes, al que admiro profundamente y a quien le estaré eternamente agradecida por el amor y la alegría que trajo a mi vida. Lalo, como cariñosamente le llamo, es la clase de persona que ilumina cualquier habitación con su sonrisa, con su nobleza y con la inmensa bondad de su corazón. He aprendido tanto de él, he crecido a su lado y atesoraré por siempre los momentos compartidos.

Sin embargo, la vida a veces nos lleva por caminos inesperados. A pesar del amor y el respeto mutuo, hemos decidido, de común acuerdo, que lo mejor para ambos es continuar por senderos separados. No ha sido una decisión fácil, pues existe un cariño genuino y profundo entre nosotros. Pero creemos que es lo más honesto y saludable para preservar la hermosa amistad que hemos construido.

Quiero dejar claro que no hay terceros involucrados, ni dramas escondidos. Simplemente, a veces las piezas del rompecabezas, aunque hermosas individualmente, no encajan como imaginamos. Y eso está bien. Aprender a soltar, a dejar ir con amor, también es una forma de amar.

Este tiempo junto a Lalo ha sido un regalo, un capítulo precioso en mi historia. Y aunque ahora nuestros caminos diverjan, le deseo desde lo más profundo de mi ser toda la felicidad del mundo. Sé que un hombre con su calidad humana encontrará la plenitud y el amor que merece.

Les pido, con todo mi cariño, que respeten nuestra privacidad en este momento. Comprendo la curiosidad y el interés que genera mi vida personal, pero les agradecería que eviten especulaciones o comentarios malintencionados. Tanto Lalo como yo merecemos transitar este proceso con tranquilidad y respeto.

A mis fans, gracias por su apoyo incondicional, por sus mensajes de cariño y por comprender que, al final del día, soy una persona como cualquier otra, con sus alegrías y sus tristezas, con sus aciertos y sus errores. Su amor y su comprensión significan el mundo para mí.

Seguiré adelante, con la frente en alto, enfocada en mis proyectos profesionales y personales, con la ilusión de un futuro lleno de nuevas experiencias y aprendizajes. La vida es un constante cambio, un flujo continuo, y estoy lista para abrazar todo lo que venga con la misma pasión y la misma fuerza que siempre me han caracterizado.

Gracias por leerme, gracias por estar ahí. Les envío un abrazo enorme lleno de amor y gratitud. Y recuerden, a veces las despedidas son necesarias para dar paso a nuevos comienzos. Que tengan un hermoso día.