La brecha de género en el ahorro para el retiro se profundiza. Un análisis reciente de la Consar revela una preocupante tendencia: los hombres están recurriendo con mayor frecuencia a los retiros parciales por desempleo, impactando significativamente sus ahorros para el futuro. Este fenómeno no solo pone en riesgo su estabilidad financiera en la vejez, sino que también amplía la desigualdad económica entre hombres y mujeres en una etapa crucial de la vida.

Las cifras son contundentes. Durante el primer cuatrimestre de 2025, los hombres retiraron la asombrosa cifra de siete mil 198 millones de pesos de sus cuentas de ahorro para el retiro, un récord histórico para este periodo. Este monto representa un aumento del 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior, una señal alarmante del creciente impacto del desempleo en la población masculina y su capacidad de ahorro a largo plazo. Abril, en particular, fue un mes crítico, con retiros que alcanzaron los mil 916 millones de pesos, un incremento interanual del 13.2%.

Si bien las mujeres también han recurrido a los retiros parciales por desempleo, la magnitud del fenómeno es considerablemente menor. En el mismo periodo, retiraron cuatro mil 161 millones de pesos, también una cifra récord, pero significativamente inferior a la registrada por los hombres. Aunque el aumento interanual del 8.1% en los retiros de las mujeres es preocupante, la diferencia porcentual con respecto a los hombres pone de manifiesto una mayor vulnerabilidad financiera masculina ante la pérdida del empleo. En abril, los retiros de las mujeres alcanzaron los mil 150 millones de pesos, un 8.4% más que el año anterior. Es destacable que, aunque la cifra es menor, el crecimiento porcentual mensual en los retiros de las mujeres superó al de los hombres, lo que sugiere una posible tendencia a futuro que merece un análisis más profundo.

Esta disparidad en los retiros por desempleo profundiza la ya existente brecha de género en el ahorro para el retiro. Las mujeres, históricamente con menores salarios y mayor participación en trabajos informales, ya enfrentaban desafíos importantes para acumular ahorros suficientes para su jubilación. Ahora, la mayor propensión de los hombres a recurrir a los retiros parciales por desempleo agudiza la desigualdad, creando un escenario en el que las mujeres podrían llegar a la vejez con aún menos recursos que sus contrapartes masculinas.

Es fundamental analizar las causas subyacentes de esta tendencia. ¿Se debe a una mayor precariedad laboral masculina en determinados sectores? ¿Influyen factores culturales o de género en la toma de decisiones financieras? Responder estas preguntas es crucial para diseñar políticas públicas que promuevan la igualdad de género en el acceso a un retiro digno. Además, es esencial impulsar estrategias de educación financiera que empoderen a hombres y mujeres para tomar decisiones informadas sobre su futuro económico. La planificación financiera a largo plazo, la diversificación de ingresos y la búsqueda de alternativas de empleo son herramientas clave para mitigar los riesgos y asegurar una vejez tranquila. El futuro del sistema de pensiones depende de la capacidad de hombres y mujeres para construir un ahorro sólido y sostenible a lo largo de su vida laboral.