Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Tecnología

9 de junio de 2025 a las 09:25

Despierta tu Cyborg Interior

La entrevista de Demis Hassabis en 60 Minutes ha desatado una ola de fascinación y, a la vez, una profunda reflexión sobre el futuro que nos espera. El vertiginoso avance de la Inteligencia Artificial, impulsado por inversiones colosales en talento y recursos, nos coloca en la antesala de una era dominada por la Inteligencia Artificial General (IAG). Imaginen un intelecto de silicio, tan versátil y capaz como el cerebro humano, integrado en nuestra vida cotidiana. No se trata de ciencia ficción, sino de una realidad palpable que, según Hassabis, está a solo unos años de distancia.

El Proyecto Astra, presentado en el programa, nos ofrece un atisbo de este futuro. Ver a un chatbot interactuar con una pintura, analizar su composición, describir la técnica del artista e incluso tejer una narrativa inspirada en la imagen, es una experiencia que nos deja sin aliento. Astra no solo "ve" la pintura, sino que la "comprende" a un nivel que hasta ahora creíamos exclusivo de la mente humana. Este es solo el comienzo. Hassabis prevé que en un futuro cercano, estos sistemas de IAG podrán interactuar con todo lo que les rodea, integrándose plenamente en nuestro entorno. Imaginen robots humanoides, capaces de razonar, interactuar y realizar tareas útiles, conviviendo con nosotros. Este escenario, que antes parecía relegado a la ciencia ficción, se vislumbra ahora como una posibilidad tangible en los próximos años.

La IAG promete revolucionar campos como la medicina, abriendo la puerta a la cura de enfermedades que hoy nos parecen incurables. Su potencial para potenciar el conocimiento humano es inmenso, permitiéndonos alcanzar horizontes que hoy ni siquiera podemos imaginar. Sin embargo, este panorama optimista viene acompañado de una sombra inquietante: el riesgo de que estas poderosas herramientas caigan en las manos equivocadas. ¿Qué sucedería si la IAG fuera utilizada con fines maliciosos por "malos actores"? El propio Hassabis reconoce la gravedad de esta amenaza, instando a la necesidad de establecer mecanismos de control y supervisión para evitar que la IAG se convierta en un instrumento de destrucción.

Otro desafío crucial es asegurar que estos sistemas de IAG se mantengan alineados con los valores humanos. A medida que la IAG se vuelve más autónoma y poderosa, surge la pregunta de cómo garantizar que sus decisiones beneficien a la humanidad en su conjunto. ¿Cómo podemos controlar a una entidad con capacidades intelectuales superiores a las nuestras? La respuesta, por ahora, permanece esquiva.

Hassabis propone la creación de principios y estándares de seguridad, supervisados por una autoridad internacional. Sin embargo, en el actual contexto geopolítico, marcado por tensiones y conflictos, la viabilidad de esta propuesta es incierta. La IAG nos presenta un dilema crucial: ¿seremos capaces de controlar un poder tan inmenso o seremos controlados por él? El futuro de la humanidad depende de la respuesta que encontremos a esta pregunta. El debate apenas comienza y las implicaciones son de una magnitud sin precedentes. Necesitamos una reflexión profunda, un diálogo global y una acción concertada para asegurar que la IAG se convierta en una herramienta para el progreso y no en una amenaza para nuestra existencia.

Fuente: El Heraldo de México