Las costas del Pacífico mexicano se mantienen en alerta ante la inminente llegada de la Tormenta Tropical Cosme, la segunda formación de este tipo en lo que va del mes de junio de 2025. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido avisos a tres estados, instando a la población a tomar precauciones ante la posibilidad de lluvias intensas y fuertes vientos, que podrían incrementarse si Cosme evoluciona a huracán, como se prevé. La expectativa genera inquietud, sobre todo considerando la posibilidad de que alcance la categoría de huracán, convirtiéndose así en el tercero de la temporada, después de Alvin, que se mantuvo como tormenta tropical, y Bárbara, que también alcanzó esta clasificación.

La historia nos recuerda la fuerza de la naturaleza y la impredecible trayectoria de estos fenómenos. El nombre Cosme evoca al huracán de 1989, que sorprendió a todos al acercarse al Valle de México, impactando las zonas metropolitanas de la Ciudad de México y el Estado de México. Aunque las condiciones actuales difieren, este antecedente nos recuerda la importancia de estar preparados. Por el momento, trazar la ruta exacta de Cosme resulta complejo debido a su etapa temprana de desarrollo. Sin embargo, el SMN ha identificado la zona de baja presión que le dio origen y ha comenzado a alertar a las comunidades potencialmente afectadas, haciendo énfasis en la necesidad de prepararse para un posible oleaje alto.

La incertidumbre sobre la trayectoria de Cosme mantiene a las autoridades y a la población en vilo. El SMN monitorea constantemente su evolución, proporcionando actualizaciones regulares a través de sus canales oficiales. Se recomienda a los habitantes de las zonas costeras estar atentos a los comunicados oficiales, seguir las indicaciones de Protección Civil y tener a la mano un plan de emergencia. Es fundamental asegurar los hogares, resguardar objetos que puedan salir volando con el viento y, en caso de ser necesario, evacuar hacia zonas seguras. La preparación es clave para minimizar los riesgos.

Si bien la tecnología ha avanzado en la predicción de estos fenómenos, la naturaleza sigue siendo impredecible. Por ello, la prevención se convierte en la mejor herramienta. Más allá de la intensidad que alcance Cosme, la prudencia y la responsabilidad individual y colectiva son cruciales para salvaguardar la vida y el patrimonio. Manténgase informado a través de fuentes oficiales y siga las recomendaciones de las autoridades. La solidaridad y la cooperación entre vecinos también son fundamentales en estos momentos de incertidumbre.

Además de las medidas de protección individuales, es importante recordar la importancia de la conservación del medio ambiente. El cambio climático está intensificando estos fenómenos meteorológicos, haciéndolos más frecuentes e impredecibles. Adoptar prácticas sustentables en nuestra vida diaria, como reducir nuestra huella de carbono, contribuye a mitigar los efectos del cambio climático y a construir un futuro más seguro para todos. Infórmese, prepárese y manténgase a salvo.