
8 de junio de 2025 a las 23:10
Moscas al rescate: Misión espacial.
¡Prepárense para el despegue! Un ejército microscópico de héroes se prepara para una misión de proporciones galácticas. No, no hablamos de superhombres en miniatura, sino de la humilde mosca de la fruta, protagonista inesperada en la próxima aventura de la humanidad en el espacio profundo.
El próximo martes 10 de junio, la Misión Axiom 4 (Ax-4) marcará un hito en la exploración espacial, llevando a bordo no solo a un equipo internacional de astronautas, sino también a un grupo selecto de estas pequeñas criaturas. Desde las 8:22 horas (ET), dos horas antes del lanzamiento programado desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, podremos seguir en directo la partida de esta peculiar tripulación a través del portal web de SpaceX y sus redes sociales. ¡Un espectáculo que ningún entusiasta del espacio se querrá perder!
Pero, ¿por qué moscas de la fruta? La respuesta reside en su sorprendente similitud genética con los humanos. Comparten con nosotros el 75% de los genes relacionados con enfermedades, lo que las convierte en candidatas ideales para estudiar los efectos de la radiación espacial en el ADN. Además, su rápido ciclo de vida y su asombrosa resistencia, especialmente en sus etapas larvarias, permiten observar los cambios genéticos con mayor celeridad y precisión. Imaginen: pequeñas moscas, abriendo camino a grandes descubrimientos.
La radiación espacial, un enemigo invisible pero formidable para los viajeros interplanetarios, podría tener sus días contados. Estos diminutos héroes, con su capacidad de soportar altos niveles de radiación, podrían ser la clave para desarrollar nuevos medicamentos y tratamientos que protejan a los astronautas en misiones de larga duración. ¿Un escudo protector contra la radiación hecho a partir del estudio de las moscas? La ciencia ficción se acerca cada vez más a la realidad.
La tripulación humana de la Ax-4, compuesta por Peggy Whitson (EE.UU.), Shubhanshu Shukla (India), Slawosz Uznanski-Wisniewski (Polonia) y Tibor Kapu (Hungría), tendrá la importante tarea de supervisar los experimentos con las moscas, entre otras 60 investigaciones científicas que abarcan desde la observación de la Tierra hasta las ciencias de la vida y los materiales. Una misión multifacética que promete avances significativos en diversos campos.
Durante su estancia de 14 días en la Estación Espacial Internacional, los astronautas también realizarán actividades de divulgación y comerciales, consolidando la creciente colaboración entre agencias espaciales gubernamentales y el sector privado. Esta misión marca un hito adicional al enviar al primer astronauta de la ISRO (India) a la estación, así como a los primeros astronautas de Polonia y Hungría. Un verdadero ejemplo de cooperación internacional en la conquista del espacio.
Así pues, las moscas de la fruta, lejos de ser simples insectos molestos, se alzan como inesperados héroes en la carrera espacial. Su contribución a la ciencia, aunque microscópica en tamaño, tiene el potencial de ser gigantesca en impacto. Mientras seguimos con atención el desarrollo de la Ax-4, no podemos sino maravillarnos ante la capacidad de la ciencia para encontrar soluciones innovadoras en los lugares más inesperados. El futuro de la exploración espacial, al parecer, tiene alas.
Fuente: El Heraldo de México