La pesadilla de los "montachoques" en la Ciudad de México continúa. A pesar de ser una práctica conocida, estos delincuentes perfeccionan constantemente sus tácticas para aumentar el número de víctimas y dificultar su prevención. Recientes revelaciones, como la entrevista concedida al youtuber Yulay por un presunto miembro de estas bandas, arrojan luz sobre su sofisticado modus operandi. Lejos de ser actos aleatorios, estos choques son planeados con meticulosa precisión.

La elección de la víctima no es al azar. Buscan vehículos en buen estado, indicativos de una posible solvencia económica. Tras identificar un potencial objetivo, verifican la placa en el Registro Público Vehicular (Repuve) y consultan la base de datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Sorprendentemente, su objetivo predilecto no son aquellos con seguro vigente, sino quienes carecen de él. La razón es simple: un conductor sin seguro, bajo presión, puede desembolsar hasta 15,000 pesos en el momento, una cantidad considerablemente mayor a la que una aseguradora pagaría, y con mucha mayor rapidez.

Las principales arterias viales de la capital se convierten en su escenario predilecto: Circuito Interior, Periférico, Eje Central y Paseo de la Reforma. Operan en grupos organizados, con roles definidos: el que provoca el choque, los falsos testigos que simulan neutralidad, e incluso, a veces, un segundo vehículo que participa en la encerrona. El tráfico denso y la menor capacidad de reacción de los conductores en estas vías les brinda la ventaja que necesitan para ejecutar su plan. Escogen momentos de alta congestión vehicular, donde la posibilidad de maniobrar o esquivar es mínima, convirtiendo la desesperación del embotellamiento en su aliada.

La impunidad que durante años ha amparado a estos grupos delictivos comienza a tambalearse. La reciente iniciativa del diputado Juan Luis Carrillo Soberanis (PVEM) busca reformar el artículo 390 del Código Penal Federal, imponiendo penas de dos a ocho años de cárcel y multas significativas a quienes orquesten estos accidentes con fines de extorsión. Esta propuesta, turnada a la Comisión de Justicia, representa un paso firme para combatir este flagelo que afecta a tantos conductores en las carreteras federales. No se limita a sancionar el acto, sino que busca erradicar la premeditación y la organización detrás de estos falsos accidentes, atacando la raíz del problema.

La lucha contra los "montachoques" requiere un esfuerzo conjunto. Informarse sobre sus tácticas, mantenerse alerta al conducir, especialmente en zonas de alta congestión, y denunciar cualquier incidente sospechoso son medidas cruciales para protegerse. La iniciativa del diputado Carrillo Soberanis inyecta una dosis de esperanza en la batalla contra esta forma de delincuencia, demostrando que la justicia está comenzando a prestar atención a este problema y a buscar soluciones contundentes. La ciudadanía espera que esta iniciativa sea el inicio de un cambio real y que las calles de la Ciudad de México sean más seguras para todos. Además, es fundamental que se difunda información sobre cómo actuar en caso de ser víctima de un "montachoque", empoderando a los conductores con el conocimiento necesario para enfrentar esta situación y evitar ser presa del pánico y la extorsión.