¡Laura Bozzo contra las cuerdas! Parece ser que la conductora peruana se encuentra en una situación bastante comprometida. Dos millones de pesos es la cifra que un juez ha determinado como compensación por daño moral a Gabriel Soto e Irina Baeva, tras las declaraciones de Bozzo en 2020, donde la acusó de ser la “amante” que destruyó el matrimonio de Soto con Geraldine Bazán. Cinco años han pasado desde aquel episodio, y ahora la justicia ha hablado. Cinco días hábiles tiene la abogada de los pobres para liquidar la deuda, de lo contrario, podría enfrentar el embargo de su casa y el congelamiento de sus cuentas bancarias.

La pregunta que muchos se hacen es: ¿Cómo impactará esta situación en la vida de Laura Bozzo? ¿Veremos a la polémica conductora desprendiéndose de sus bienes? Sin duda, dos millones de pesos no es una cantidad menor, y este revés judicial se suma a los problemas que Bozzo ha enfrentado con el SAT. ¿Será este el golpe definitivo a sus finanzas?

El caso ha generado mucha controversia, especialmente porque las declaraciones de Bozzo iban dirigidas principalmente a Irina Baeva. Muchos consideran que ella debería ser la única beneficiaria de la indemnización. Dos millones de pesos, sin duda, podrían ayudar a cualquiera a superar una ofensa y recuperar la autoestima. Sin embargo, la ley ha determinado que la compensación sea para ambos, Gabriel Soto, con un gesto caballeresco que lo caracteriza, salió en defensa de su entonces pareja, y ahora comparte la victoria legal con ella. ¿Cederá Gabriel su parte a Irina? ¿Veremos una muestra más de su caballerosidad? El tiempo lo dirá.

Mientras Laura Bozzo busca la manera de reunir el dinero, el mundo del espectáculo sigue girando. Ninel Conde, por ejemplo, se ha deslindado de los problemas legales de su expareja Larry Ramos. Con la elegancia que la caracteriza, la cantante ha afirmado que solo le importa lo que piense Jesucristo de ella. Una declaración que, sin duda, generará debate y opiniones divididas.

Y hablando de realeza, el príncipe Harry sigue dando de qué hablar. Muchos se preguntan si cambiará su apellido Windsor por el de su madre, Spencer, o incluso por el de su esposa, Markle. Un cambio que, a decir verdad, no impactaría en la vida de la mayoría de los mortales. Ni nos llegará un cheque más grande, ni bajará el precio de la luz, ni nos regalarán el súper. ¿Por qué tanta atención a un tema que, en el fondo, es un drama familiar más? ¿No hay problemas más importantes en el mundo? Al final, lo que el príncipe Harry haga con su apellido es asunto suyo. Lo importante es que dejen de vendernos como "noticia mundial" algo que no pasa de ser otro capítulo de su culebrón real. Hay temas mucho más relevantes que merecen nuestra atención.