La noche del viernes 9 de junio, el Auditorio Telmex de Guadalajara vibró con la emoción y el talento cinematográfico durante la ceremonia inaugural del 40° Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). Una velada que no solo marcó el inicio de una nueva edición del festival, sino que también rindió homenaje a tres figuras esenciales del cine: Dolores Heredia, Mónica Lozano y Juan Antonio Bayona.

Dolores Heredia, con la humildad que la caracteriza, recibió el Mayahuel en reconocimiento a sus 40 años de trayectoria artística. Sus palabras, cargadas de emotividad, resonaron en el auditorio mientras recordaba sus inicios y el amor incondicional que profesa a cada proyecto, incluso aquellos que no vieron la luz. Heredia habló de la resistencia que implica hacer cine en un mundo que se "cae a pedazos", un acto revolucionario que permite a los creadores dejar una huella en el alma del espectador. Conmovió al público al dedicar el premio a su hermana Ana María, a Daniele Finzi Pasca y a su hija Saasil, pilares fundamentales en su vida. Su discurso fue una oda al cine, un canto a la perseverancia y una muestra de la profunda sensibilidad que la ha llevado a consolidarse como una de las actrices más importantes de México.

Mónica Lozano, una de las productoras más influyentes del cine mexicano, recibió el Homenaje Mayahuel Industria FICG. Con una carrera que abarca más de dos décadas y películas emblemáticas como "Amores perros" y "No se aceptan devoluciones" en su haber, Lozano se mostró emocionada y honrada por el reconocimiento. Deseó larga vida al festival, destacando su capacidad para "hacernos recuperar el asombro frente a la pantalla" y recordándonos que todos los que hacemos cine mexicano somos parte de una misma familia. Sus palabras reflejaron la pasión y la dedicación que ha invertido en impulsar el cine nacional, consolidándose como una figura clave en la industria.

La noche culminó con el homenaje internacional a Juan Antonio Bayona, director de renombre internacional. Con un toque de humor, Bayona confesó haber recibido "tres tequilas" antes de subir al escenario, lo que provocó la risa del público. Recordó con cariño su primera visita a Guadalajara hace 25 años, cuando presentó su primer cortometraje, "Mis vacaciones", y expresó la emoción de regresar para recibir un premio a su trayectoria. Con visible emoción, agradeció a sus amigos mexicanos, en especial a Guillermo del Toro, a quien considera fundamental en su carrera. Declarándose "hijo bastardo de Guadalajara", Bayona brindó por la cultura, la universidad y la empatía, elementos esenciales para combatir la turbulencia de los tiempos actuales.

La ceremonia inaugural del FICG no se limitó a los homenajes. La proyección del tradicional FICG Minuto, la presentación de "Soy Frankelda", la primera película mexicana de animación stop-motion, y las palabras de las autoridades universitarias, crearon una atmósfera de celebración y reafirmaron la importancia del festival como plataforma para el cine iberoamericano. El 40° FICG arrancó con fuerza, prometiendo una semana llena de cine, reflexión y encuentros inolvidables. Un espacio donde, como bien dijo Estrella Araiza, directora general del FICG, "nace la esperanza, donde puedes soñar".