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8 de junio de 2025 a las 17:50

El secreto centenario para tu hogar

El misterioso y fascinante marimo, una joya verde para tu hogar. Mucho más que una simple planta, el marimo es un alga esférica de un verde vibrante que se ha convertido en un objeto de deseo para los amantes de la naturaleza y la decoración. Su peculiar forma, su textura aterciopelada y la aura de misterio que lo rodea, lo convierten en una pieza única que añade un toque de magia a cualquier espacio. Pero, ¿qué hace al marimo tan especial?

Originario de las frías aguas de Japón, Islandia y Estonia, el marimo es una rareza botánica. A diferencia de otras algas, crece formando estas cautivadoras esferas que parecen pequeños planetas verdes. Su lento crecimiento, que apenas alcanza unos pocos milímetros al año, le otorga una longevidad excepcional, pudiendo vivir durante siglos. Imaginen, un marimo podría ser un compañero silencioso que atraviesa generaciones, un testigo verde del paso del tiempo.

Más allá de su belleza estética, el marimo carga consigo un profundo simbolismo. En Japón, es considerado un tesoro nacional, un amuleto de buena suerte y un símbolo de amor eterno, tradicionalmente regalado como muestra de afecto y compromiso. Cuenta la leyenda que dos amantes, prohibidos de estar juntos, se refugiaron en las aguas de un lago y sus corazones se transformaron en marimos, uniéndose para siempre en una danza subacuática.

Su cuidado, tan sencillo como cautivador, lo convierte en el compañero ideal incluso para aquellos que se declaran negados para la jardinería. A diferencia de las plantas terrestres que requieren riego constante y cuidados específicos, el marimo se conforma con un cambio de agua cada dos semanas y un poco de luz indirecta. Basta con sumergirlo en agua fresca, preferiblemente mineral o filtrada, y colocarlo en un lugar luminoso, pero sin exponerlo directamente al sol, para que este pequeño tesoro verde prospere.

El marimo, además de decorar, purifica el agua absorbiendo nitratos y fosfatos, contribuyendo a un ambiente más saludable. Su suave balanceo en el agua, provocado por las burbujas de oxígeno que libera durante la fotosíntesis, crea un efecto hipnótico y relajante, convirtiéndolo en una pequeña fuente de serenidad en el hogar.

Tener un marimo es como tener un pedacito de naturaleza mágica en casa. Es una invitación a la contemplación, a la conexión con la naturaleza y a la apreciación de la belleza en su forma más simple y pura. Un regalo original y con significado, una planta que susurra historias de amor y longevidad, un pequeño universo verde esperando ser descubierto. ¿Te animas a adoptar un marimo y dejar que su magia te envuelva?

Fuente: El Heraldo de México