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8 de junio de 2025 a las 05:05
Desactiva las notificaciones: La psicología de leer y no responder en WhatsApp
En un mundo hiperconectado, donde la comunicación fluye incesante a través de nuestros dispositivos, un fenómeno particular llama la atención de psicólogos y sociólogos: el silencio selectivo en los grupos de WhatsApp. Millones de mensajes inundan nuestras pantallas diariamente, generando una vorágine informativa que puede resultar abrumadora. Ante esta avalancha digital, algunos optan por el refugio del silencio, limitándose a leer sin participar activamente en la conversación. ¿Qué se esconde detrás de este comportamiento? ¿Es una señal de desinterés, timidez o simplemente una estrategia para gestionar la sobrecarga informativa?
La licenciada Rebeca Cáceres, experta en inteligencia emocional, arroja luz sobre este tema, desmitificando la idea de una "norma" en el comportamiento dentro de los grupos de WhatsApp. "No existe una receta mágica", afirma Cáceres. "Cada individuo interactúa de manera diferente, influenciado por su personalidad, responsabilidades y tiempo disponible, entre otros factores". Intentar encasillar a los participantes en perfiles predefinidos, según su nivel de participación, sería un error. Al igual que en la vida real, la dinámica de los grupos virtuales es compleja y multifacética.
"Imaginemos una orquesta", propone Cáceres. "Cada instrumento tiene su propio ritmo y melodía. Algunos son más prominentes, otros aportan sutileza. El conjunto de todos crea la armonía. Lo mismo ocurre en los grupos de WhatsApp. Algunos prefieren expresarse constantemente, mientras que otros se sienten más cómodos escuchando y participando solo cuando lo consideran necesario. No hay una forma correcta o incorrecta de ser parte de la orquesta digital".
La experta enfatiza la importancia de no tomar la falta de respuesta como algo personal. "El silencio no siempre equivale a indiferencia", aclara. "Puede ser una simple cuestión de preferencia, una necesidad de desconexión o incluso una estrategia para evitar malentendidos en un medio donde la comunicación no verbal se pierde". Proyectar nuestras propias inseguridades en el silencio del otro puede generar interpretaciones erróneas y afectar negativamente la dinámica del grupo.
Cáceres nos invita a reflexionar sobre cómo nos afecta la falta de respuesta. "Si el silencio de alguien nos genera incomodidad o ansiedad", sugiere, "es fundamental analizar nuestras propias expectativas y la importancia que le damos a la validación externa. El bienestar emocional no debe depender de la constante aprobación de los demás".
En lugar de alimentar suposiciones, la licenciada propone una alternativa más constructiva: la comunicación directa. "Si realmente nos preocupa la falta de interacción de alguien en el grupo, podemos iniciar una conversación privada", aconseja. "Un espacio donde podamos expresar nuestras inquietudes con honestidad y respeto, sin exponer a la persona ante el resto del grupo". Esta comunicación uno a uno, libre de presiones y juicios, puede fortalecer los vínculos y aclarar cualquier malentendido.
En definitiva, comprender la diversidad de comportamientos en el universo digital es crucial para una convivencia armoniosa. Aprender a respetar el silencio, a no tomarlo como una afrenta personal y a buscar la comunicación directa cuando sea necesario, son claves para construir relaciones más sanas y significativas, tanto en el mundo virtual como en el real. El silencio, en ocasiones, puede ser más elocuente que mil palabras.
Fuente: El Heraldo de México