Las torrenciales lluvias que azotaron la Ciudad de México el pasado 2 de junio dejaron una estela de destrucción a su paso, afectando a miles de personas y causando daños materiales considerables. Una de las imágenes más impactantes fue la de vehículos sumergidos, convertidos en chatarra por la fuerza implacable del agua. Ante esta situación, la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha anunciado una iniciativa crucial para aliviar la carga de quienes perdieron sus autos en la tromba. Se trata de un apoyo directo, una mano amiga en medio del caos, para aquellos que vieron cómo sus vehículos, herramientas de trabajo, transporte familiar, se convertían en pérdida total o sufrían daños severos.

La magnitud de la precipitación, calificada de histórica por la UNAM, con más de 10 millones de metros cúbicos de agua descargados en pocas horas, dejó una cicatriz en la memoria colectiva. Calles convertidas en ríos, casas inundadas, y la angustia palpable de quienes se vieron atrapados por la furia de la naturaleza. Las alcaldías de Iztapalapa y Venustiano Carranza fueron particularmente afectadas, con escenas desoladoras de autos varados, completamente cubiertos por el agua. El reporte de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil pinta un panorama desgarrador: 64 reportes de autos dañados, 13 de ellos declarados pérdida total.

La incertidumbre se cierne sobre los afectados, muchos de ellos preguntándose cómo se recuperarán de este golpe. ¿Cubrirán los seguros los daños? ¿Qué opciones tienen quienes no contaban con una póliza? Las respuestas a estas preguntas son vitales, y la iniciativa del gobierno capitalino busca brindar claridad y apoyo en un momento de extrema necesidad. Si bien aún no se han dado a conocer los detalles específicos del programa de apoyo – si será económico, legal o de gestión con las aseguradoras – la puesta en marcha del registro para acceder a estas ayudas es un rayo de esperanza.

Para facilitar el acceso al programa, se ha habilitado un módulo de atención presencial en la Utopía Meyehualco, ubicada en Santa Cruz Meyehualco, Iztapalapa. Este espacio, que funcionará de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, se convierte en un punto de encuentro entre las autoridades y los damnificados, un puente para la reconstrucción. La recomendación es clara: registrarse lo antes posible para que el caso sea considerado y se pueda acceder a la ayuda.

La respuesta del gobierno capitalino no se limita a la atención de los daños materiales. Conscientes de la magnitud de la catástrofe, se ha desplegado un operativo integral de apoyo a las familias afectadas en Iztapalapa. Más de 700 servidores públicos trabajan incansablemente en la entrega de alimentos calientes, kits de limpieza, despensas, agua potable y en la sanitización de las viviendas. Se trata de una respuesta solidaria, un esfuerzo conjunto para mitigar el sufrimiento y devolver la tranquilidad a quienes lo perdieron todo.

La entrega de actas de nacimiento, matrimonio y defunción, así como la aplicación de vacunas antirrábicas, desparasitaciones y consultas veterinarias, son muestra de la atención integral que se está brindando. Más allá de los números y las estadísticas, hay historias de vida, familias que luchan por recuperar la normalidad, y la mano solidaria del gobierno se extiende para acompañarlos en este proceso. La Jefa de Gobierno ha hecho un llamado a la unidad y a la solidaridad, recordando que en momentos como este, la fuerza de una comunidad se mide por su capacidad de respuesta ante la adversidad.