La tragedia ha golpeado a la comunidad de Quilicura, dejando una estela de dolor e incertidumbre. Estefanía Fernanda Maturana Alvarado, una joven de tan solo 27 años, fue encontrada sin vida el pasado 1 de junio en el Motel “Jardín de Eros”. El hallazgo, que ha conmocionado a la población, ha desatado una intensa investigación por parte de las autoridades, quienes no descartan la posibilidad de un feminicidio.

El reloj marcaba aproximadamente las 4 de la tarde cuando la noticia comenzó a propagarse como un reguero de pólvora a través de las redes sociales y grupos de WhatsApp locales. El informe inicial: una mujer hallada sin vida dentro de un motel de la comuna. La confirmación posterior de la identidad de la víctima y las evidencias de asfixia encontradas en su cuerpo, han intensificado la gravedad del caso y dirigido las sospechas hacia un posible asesinato premeditado.

La madre de Estefanía, Fabiola Alvarado, sumida en un profundo dolor, compartió con la prensa local detalles desgarradores sobre las últimas horas de su hija. Según su testimonio, Estefanía había salido con dos amigas conocidas por la familia y un hombre al que Fabiola, previendo una posible situación de riesgo, le envió un mensaje pidiéndole que cuidara de su hija, ya que no lograba contactarla por teléfono.

Entre las hipótesis que se barajan, alimentadas por las declaraciones de Fabiola, se encuentra un posible conflicto relacionado con la difusión no autorizada de fotografías íntimas de Estefanía. Sin embargo, esta información aún no ha sido confirmada por Carabineros, quienes continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y determinar la veracidad de esta versión.

Un elemento que añade aún más dramatismo al caso son los audios que Estefanía envió a su madre momentos antes de ser encontrada sin vida. En ellos, se escucha a la joven pedir auxilio con desesperación, expresando su temor por su vida: "Mamá ven a buscarme, me quieren matar". Estas desgarradoras palabras, grabadas en la memoria de su madre, resuenan como un grito de auxilio que no fue escuchado a tiempo y que ahora clama por justicia.

La comunidad de Quilicura se encuentra en estado de shock y exige respuestas. La muerte de Estefanía no solo representa una pérdida irreparable para su familia y amigos, sino que también pone de manifiesto la vulnerabilidad de las mujeres en nuestra sociedad. La investigación en curso es crucial para esclarecer las circunstancias que rodearon este trágico suceso y llevar a los responsables ante la justicia. Mientras tanto, la memoria de Estefanía se mantiene viva en el corazón de quienes la conocieron y en el clamor colectivo por un futuro donde la violencia contra las mujeres no tenga cabida. Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía a colaborar con cualquier información que pueda ayudar a esclarecer este caso, con la esperanza de que la justicia prevalezca y que la muerte de Estefanía no quede impune. La lucha contra la violencia de género es una tarea de todos y exige un compromiso conjunto para construir una sociedad más justa y segura para todas las mujeres.