La sombra de la tragedia aún se cierne sobre la vida de Vivian de la Torre. A casi un mes del brutal asesinato de Valeria Márquez, la joven influencer se encuentra en el ojo del huracán, obligada a defender su inocencia ante la mirada inquisitiva del público y el peso de las especulaciones. En una entrevista exclusiva con Fabián Pasos “Mafian”, Vivian rompió el silencio, ofreciendo un relato estremecedor de los momentos que siguieron al fatídico incidente y detallando la profunda amistad que la unía a Valeria.

Sus palabras, cargadas de emotividad, pintan un retrato de una relación cercana, llena de gestos de cariño y apoyo mutuo. Vivian describe un intercambio constante de regalos, desmintiendo los rumores de envidia que han circulado en redes sociales. Con firmeza, niega cualquier tipo de rivalidad, asegurando que la amistad que compartían era genuina y sincera. Incluso, descarta conocer a Erika, la empleada de Valeria también vinculada al crimen, reforzando su alegato de desconocimiento absoluto sobre los hechos que condujeron a la tragedia.

El relato de Vivian sobre el momento en que presenció el asesinato de Valeria a través de una transmisión en vivo es desgarrador. Describe la confusión inicial, la incredulidad ante la violencia que se desarrollaba ante sus ojos. La imagen de Valeria desvaneciéndose, seguida del silencio repentino y los comentarios frenéticos de los espectadores, la sumieron en un estado de shock. La urgencia de la situación la impulsó a contactar de inmediato al tío y socio de Valeria, transmitiendo la terrible noticia con la voz entrecortada por la angustia. Mientras, en un acto reflejo, solicitaba un servicio de transporte para llegar al lugar de los hechos.

Al arribar a la estética, Vivian se encontró con un escenario desolador: la zona acordonada por la policía, la imposibilidad de acercarse a su amiga, la palpable sensación de impotencia. El encuentro con otra amiga, igualmente devastada por la noticia, solo intensificó el dolor compartido. Ambas, envueltas en un abrazo de consuelo, se enfrentaban a la cruda realidad de la pérdida, incapaces de procesar la magnitud de la tragedia.

La imagen de Vivian abrazando a la tía de Valeria, la primera en llegar a la escena del crimen, es conmovedora. En medio del caos y la confusión, la joven influencer se aferraba a la única muestra de apoyo disponible, buscando consuelo en un gesto de solidaridad ante la pérdida irreparable. Confiesa que, en ese momento de shock profundo, las lágrimas no fluían, su mente se negaba a aceptar la realidad de la muerte de su amiga.

Más allá del dolor y la confusión, Vivian se enfrenta ahora a la sospecha pública, a las acusaciones infundadas y a las amenazas en redes sociales. A pesar de no tener ninguna orden de restricción en su contra, ha optado por mantenerse resguardada en su hogar, priorizando su seguridad ante la hostilidad del entorno. Con la frente en alto, reitera su colaboración con las autoridades, confiando en que la verdad saldrá a luz y su nombre será finalmente limpiado. Convencida de su inocencia, se aferra a la esperanza de que el tiempo y las investigaciones revelarán la verdad detrás del asesinato de Valeria Márquez y le permitirán, finalmente, cerrar este doloroso capítulo de su vida.