La tragedia de Estefanía Fernanda Maturana Alvarado ha conmocionado a Chile y ha puesto nuevamente en el foco la violencia de género. La joven de 27 años fue encontrada sin vida en el Motel "Jardín de Eros" con signos de asfixia, lo que apunta a un posible feminicidio. Las circunstancias que rodean su muerte son escalofriantes y cada nueva pieza de información que sale a la luz añade una capa más de dolor e indignación a este caso.

El último video en vivo que Estefanía publicó en sus redes sociales, horas antes de su muerte, se ha convertido en una pieza clave de la investigación. En él se la ve junto a dos amigas y un hombre, presuntamente implicado en el feminicidio, en el interior de un vehículo. La aparente alegría del momento contrasta de manera brutal con el trágico desenlace, generando una sensación de desasosiego e impotencia. Analizar este video, fotograma a fotograma, se vuelve crucial para las autoridades. ¿Qué dicen los gestos de los presentes? ¿Hay alguna señal, por sutil que sea, que pudiera haber anticipado la tragedia? Estas son las preguntas que los investigadores deben responder.

La declaración de Fabiola Alvarado, madre de Estefanía, desgarra el alma. La angustia de una madre que pierde a su hija en circunstancias tan violentas es indescriptible. El relato de la salida de Estefanía con sus amigas y un hombre, aparentemente hacia una fiesta, se convierte en un preludio de la pesadilla que vendría después. La posible difusión de imágenes sin consentimiento en redes sociales como detonante de la riña que terminó con la vida de Estefanía es una hipótesis que debe ser investigada a fondo. ¿Quiénes son los responsables de esta difusión? ¿Qué tipo de imágenes se compartieron? Estas preguntas son fundamentales para entender el contexto del crimen y llevar a los culpables ante la justicia.

El audio en el que Estefanía suplica ayuda a su madre con las palabras "Mamá ven a buscarme, me quieren matar" es un testimonio estremecedor del terror que vivió en sus últimos momentos. Este mensaje de voz, cargado de desesperación, se convierte en un grito silencioso que exige justicia. La impotencia de no haber podido llegar a tiempo para salvarla es un dolor que la madre de Estefanía llevará consigo para siempre.

La investigación sigue en curso y las autoridades tienen la responsabilidad de esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. Este caso no puede quedar impune. Es fundamental que se investigue a fondo el móvil del feminicidio y se determine la participación de cada una de las personas que estuvieron con Estefanía en sus últimas horas. La sociedad chilena exige justicia para Estefanía y para todas las víctimas de violencia de género.

Este caso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la educación en igualdad y respeto, así como sobre la necesidad de crear entornos seguros para las mujeres. Debemos trabajar en conjunto para erradicar la violencia de género y construir una sociedad donde todas las mujeres puedan vivir libres y sin miedo. El recuerdo de Estefanía debe servir como un llamado a la acción para que ninguna otra mujer sufra el mismo destino. La lucha contra la violencia de género es una tarea de todos y todas.

Es crucial que se brinde apoyo psicológico y emocional a la familia de Estefanía en estos momentos tan difíciles. La pérdida de un ser querido en estas circunstancias es una herida profunda que requiere tiempo y acompañamiento para sanar. Asimismo, es importante que se garantice la protección de la madre de Estefanía, quien ha mostrado valentía al hablar públicamente sobre el caso y exigir justicia para su hija.