
7 de junio de 2025 a las 18:50
Europa: ¿Adiós al equipaje de mano gratis?
La incertidumbre que rodea al equipaje de mano en los vuelos dentro de la Unión Europea parece estar llegando a su fin, aunque no sin controversia. La reciente propuesta aprobada por los ministros de Transporte, a pesar de la oposición de países como España y Alemania, busca clarificar las reglas del juego, diferenciando entre "objeto personal" y "equipaje de mano". Si bien se garantiza el derecho a transportar gratuitamente un objeto personal de dimensiones reducidas (40x30x15 cm), la propuesta abre la puerta a que las aerolíneas cobren por el equipaje de mano, siempre y cuando establezcan una "política razonable" en cuanto a dimensiones y peso.
Esta distinción, aparentemente sencilla, genera un debate de fondo sobre los derechos de los pasajeros y la libertad tarifaria de las aerolíneas. ¿Qué se considera un "objeto personal" esencial para el viaje? ¿Un bolso, una mochila pequeña, un ordenador portátil? La definición, aunque intenta ser precisa, deja margen a la interpretación y podría dar lugar a situaciones confusas en los aeropuertos.
Por otro lado, la posibilidad de cobrar por el equipaje de mano, aunque sujeta a la "razonabilidad" de las políticas de las aerolíneas, preocupa a quienes ven en ello una nueva forma de incrementar los costes para los viajeros. La experiencia con las compañías de bajo coste, que ya aplican tarifas por el equipaje de cabina, alimenta el temor a que esta práctica se generalice, encareciendo aún más el precio de los billetes.
La multa impuesta por España a varias aerolíneas, incluyendo Ryanair y Vueling, por prácticas consideradas abusivas en relación al equipaje de mano, ilustra la complejidad del problema. Si bien la sanción está recurrida, pone de manifiesto la necesidad de una regulación clara y armonizada a nivel europeo.
La propuesta, aún pendiente de negociación con el Parlamento Europeo, enfrenta intereses contrapuestos. Mientras las aerolíneas buscan flexibilidad para gestionar el espacio en cabina y generar ingresos adicionales, los pasajeros demandan transparencia y previsibilidad en los costes.
El reto es encontrar un equilibrio que proteja los derechos de los viajeros, garantizando un transporte aéreo accesible, al tiempo que permite a las aerolíneas operar de forma competitiva. La definición final de "equipaje de mano" y los criterios para establecer una "política razonable" de precios serán claves para determinar el impacto real de esta nueva normativa en el bolsillo de los pasajeros.
La transparencia en la información será crucial. Las aerolíneas deberán comunicar de forma clara y concisa sus políticas de equipaje, tanto en el momento de la reserva como en el aeropuerto. Evitar la letra pequeña y las sorpresas desagradables contribuirá a generar confianza y a evitar conflictos entre pasajeros y compañías aéreas. El debate está abierto y la negociación con el Parlamento Europeo promete ser intensa. El futuro del equipaje de mano en Europa está en juego.
Fuente: El Heraldo de México