La tragedia se tejió entre los muros de un hogar en Tecámac, Estado de México, dejando una estela de dolor y consternación. Una madre, en un acto de amor inconmensurable, ofrendó su vida para proteger a su hija de la furia desatada de su pareja. El pasado 25 de mayo, la tranquilidad del Barrio La Palma se vio abruptamente interrumpida por un acto de violencia extrema. Geovanny “N”, irrumpió la armonía familiar, transformando el hogar en un escenario de horror. Armado con un objeto punzocortante, atacó a su joven pareja de tan solo 20 años, dejándola gravemente herida.

El grito desgarrador de la joven alertó a su madre, de 42 años, quien sin dudarlo un instante, se interpuso entre su hija y el agresor, convirtiéndose en un escudo humano. Su valentía, su amor maternal, la impulsó a enfrentar la brutalidad del atacante, recibiendo las heridas que estaban destinadas a su hija. Un acto de heroísmo que, lamentablemente, le costó la vida.

Geovanny "N", tras desatar su furia contra las dos mujeres, intentó escapar, creyendo poder eludir la justicia. Sin embargo, la rápida respuesta de los elementos policiales del Estado de México frustró sus planes. La persecución no se prolongó por mucho tiempo; la ley, aunque a veces parezca lenta, alcanza a quienes la transgreden. El presunto feminicida fue aprehendido y puesto a disposición de las autoridades correspondientes.

Ahora, enfrenta la justicia, acusado de los delitos de feminicidio y tentativa de feminicidio. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México, tras recabar las pruebas y testimonios, presentó ante la Autoridad Judicial un sólido caso que derivó en el inicio del proceso legal en contra de Geovanny "N". Se ha establecido un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria, tiempo en el que se espera recabar aún más evidencias que permitan esclarecer completamente los hechos y garantizar que se aplique todo el peso de la ley. Mientras tanto, el presunto agresor permanecerá en prisión preventiva, impidiendo que vuelva a representar una amenaza para la sociedad.

Este caso nos conmueve profundamente y nos obliga a reflexionar sobre la persistente violencia de género que azota a nuestra sociedad. La pérdida de esta valiente madre, que entregó su vida para salvar a su hija, nos deja un profundo vacío y nos recuerda la urgente necesidad de redoblar esfuerzos en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres. Es imperativo construir una sociedad donde la vida de las mujeres sea valorada y protegida, donde la justicia prevalezca y donde el amor no tenga que ser un sacrificio.