Sebastián Ligarde, un nombre que resonaba con fuerza en la época dorada de la televisión mexicana, reaparece con una historia de resiliencia, amor y valentía. Tras años de ausencia voluntaria, el actor que conquistó corazones en telenovelas icónicas como "Quinceañera" y "Primer Amor", regresa a la escena pública no solo para compartir sus nuevos proyectos, sino también para abrir su corazón y revelar aspectos íntimos de su vida, una decisión que lo ha expuesto tanto a la admiración como a la crítica.

Su alejamiento de los reflectores no fue un capricho, sino una respuesta a la falta de reconocimiento que sentía en la industria. Cansado de ver su talento subestimado, Ligarde decidió buscar nuevos horizontes, un camino que lo llevó a Perú, país que lo recibió con los brazos abiertos y donde encontró la oportunidad de reinventarse, fundando su propia escuela de actuación y cultivando una conexión cercana con sus seguidores a través de las redes sociales.

Sin embargo, el silencio que mantuvo durante años sobre su vida privada, especialmente sobre su relación con su esposo, el abogado Jorge López Lira, y la adopción de su hijo, respondía al temor al rechazo y a la discriminación, una realidad que lamentablemente muchos artistas LGBTQ+ enfrentaban en ese entonces.

Hoy, con la serenidad que otorgan los años y la fortaleza de un amor que ha perdurado por más de tres décadas, Sebastián Ligarde decide romper el silencio. En una emotiva entrevista con Matilde Obregón, el actor de 71 años comparte detalles de su vida familiar, presentando al mundo a su esposo y a su hijo, Luis, a quien adoptaron cuando era un adolescente. Un acto de valentía que ha sido aplaudido por muchos, pero que también ha desatado comentarios negativos y ataques en redes sociales.

Ante la intolerancia, Ligarde responde con firmeza, exigiendo respeto y dejando claro que no tolerará la agresividad ni la discriminación. Su mensaje, contundente y directo, refleja la dignidad de un hombre que ha decidido vivir con autenticidad, sin ocultar su amor ni su familia.

La historia de Luis, el hijo de Ligarde, es conmovedora. Un joven que sufrió violencia familiar y el alcoholismo de su padre, y que encontró en Sebastián y Jorge un hogar lleno de amor y apoyo. Hoy, con 32 años, Luis se ha convertido en el soporte de su padre, un testimonio del poder transformador del amor y la familia.

Sin embargo, la vida familiar de Ligarde también ha tenido sus sombras. La relación con su hija biológica, Dawn Amedee, se ha distanciado con el tiempo. A pesar de la tristeza que esto le causa, el actor mantiene la esperanza de una reconciliación futura, con la sabiduría de quien comprende que cada persona tiene sus propias lecciones que aprender.

La historia de Sebastián Ligarde es un reflejo de los cambios sociales que hemos vivido en las últimas décadas. Un testimonio de la lucha por la visibilidad y la igualdad, y una inspiración para quienes aún enfrentan la discriminación por su orientación sexual o identidad de género. Un recordatorio de que el amor, la familia y la valentía son valores universales que trascienden cualquier diferencia.