6 de junio de 2025 a las 09:20
El futuro de México: ¿AMLO decide?
El acto de votar, piedra angular de la participación ciudadana, trasciende la simple elección de un candidato. Desde la trascendental decisión en una elección presidencial hasta la modesta votación en un club deportivo, el voto representa la voz del individuo, su poder para influir en el rumbo de la colectividad. La reciente jornada electoral del 1 de junio, atípica en su naturaleza, se distinguió de las elecciones presidenciales tradicionales. Más que una competencia entre dos opciones claramente definidas, se asemejó a un plebiscito, donde aspirantes a jueces, magistrados y ministros se sometieron al escrutinio público, buscando el respaldo necesario para alcanzar la nominación. A diferencia de las contiendas electorales convencionales, esta careció de la vibrante confrontación de programas políticos, la enérgica defensa de ideologías partidistas y la intensa propaganda mediática que suele movilizar a la ciudadanía. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, la participación ciudadana se hizo presente, reflejando una evolución en la cultura política del país. Décadas de elecciones sin un impacto real en la toma de decisiones han dado paso a un creciente interés y una renovada pasión por el voto, como se ha evidenciado desde el año 2000, cuando las elecciones comenzaron a ser verdaderamente competitivas.
En esta particular elección del Poder Judicial, se polarizaron dos posturas: la de quienes se oponían al proceso y la de quienes lo defendían y justificaban, ejerciendo su derecho al voto. La discusión, sin embargo, se centró más en la pertinencia del proceso que en los candidatos, sus propuestas o sus trayectorias judiciales. El origen de esta elección, inicialmente cuestionada e incluso obstruida por el propio Poder Judicial, no fue espontáneo. La resistencia a la reforma, sumada a las declaraciones de la ministra Piña, sugerían que la iniciativa del presidente López Obrador había sido improvisada. Sin embargo, la persistencia del presidente en impulsar esta reforma revela su particular forma de pensar y actuar.
Contrario a las especulaciones de sus opositores, quienes incluso dudaban de su participación en la jornada electoral, el expresidente López Obrador acudió a votar en Palenque, Chiapas, demostrando su compromiso con el proceso. Su presencia, sencilla y sin aspavientos, desmintió las predicciones de algunos comentaristas. Alejado de los reflectores, el expresidente se encuentra en su modesta residencia en Palenque, dedicado a la escritura, según ha trascendido. Su estilo de vida, alejado de la ostentación y la vida pública, sorprende a muchos, especialmente tratándose de quien ocupó la presidencia de la República. Su discreción y su férrea disciplina, tanto en sus hábitos personales como en su actividad política, lo caracterizan como un hombre de convicciones firmes, un “monje laico” capaz de controlar sus emociones y enfocar su energía en sus objetivos.
Quienes hemos tenido la oportunidad de acompañar al expresidente López Obrador en sus recorridos por el país, hemos sido testigos de su constante interés por las comunidades y sus habitantes. Recuerdo una anécdota en Chicomuselo, Chiapas, donde le conté una historia ficticia sobre el origen del nombre del pueblo, atribuyéndolo a un supuesto héroe local llamado Francisco Muselo, apodado “Don Chico”. La historia, por supuesto inventada, provocó la risa del entonces candidato, quien siempre se mostraba curioso y reflexivo sobre la realidad de la provincia chiapaneca. En otra ocasión, durante una conversación sobre temas legales, le expliqué el concepto de la suspensión provisional en el amparo, ilustrándolo con ejemplos de conferencias de su paisano Carlos Madrazo. Su capacidad de escucha y su profundo interés por comprender los mecanismos de la justicia, me hacen pensar que estas conversaciones pudieron influir en su convicción de que los jueces debían someterse al escrutinio del voto popular.
El voto, instrumento fundamental de la democracia, seguirá desempeñando un papel crucial en las futuras elecciones. Como afirma Carlos Elizondo, las elecciones educan, y esta reciente experiencia en la elección del Poder Judicial ha iniciado un proceso de aprendizaje sobre el derecho, el deber y la importancia del voto en este ámbito. Emilio Rabasa, con gran acierto, señaló la importancia de defender la universalidad del voto, advirtiendo contra aquellos que buscan excluir al pueblo de los asuntos públicos.
Fuente: El Heraldo de México