La historia de las licuachelas en Tepito continúa, un relato de emprendimiento, tragedia y resiliencia que se entreteje en las vibrantes calles del barrio. A dos años del trágico asesinato de Diana y Adrián, los dueños de Dolls Drinks, el vacío que dejaron en la escena nocturna de Tepito aún resuena. Su chelería, un punto de encuentro para jóvenes y un símbolo de la energía del barrio, se convirtió en un recuerdo imborrable tras el cierre definitivo anunciado en sus redes sociales. El eco de la música y las risas se apagó, dejando un silencio pesado en el lugar que una vez vibró con la alegría de cientos de personas.

Sin embargo, la llama del emprendimiento, avivada por la chispa de la innovación y el recuerdo de lo que fue, no se extingue. Amairany Gómez, "La Barbie de Tepito", renace de las cenizas de la tragedia con un nuevo proyecto, "Barbie Ken Drinks", junto a su pareja, Ángel, conocido como "Ken". No se trata de una réplica, sino de una reinterpretación, una evolución del concepto de las licuachelas. Amairany, con la experiencia adquirida en Dolls Drinks, se embarca en esta aventura con la convicción de ofrecer algo diferente, algo propio. Las bebidas, creadas por ellos mismos, son la carta de presentación de este nuevo emprendimiento, una apuesta por la originalidad y la creatividad en un mercado competitivo.

El modelo de negocio también marca una diferencia. A diferencia de Dolls Drinks, con su local fijo y su ambiente festivo, "Barbie Ken Drinks" se adapta a la nueva realidad, ofreciendo servicio a domicilio y la opción de recoger las bebidas en un punto del Centro de la Ciudad de México. Una estrategia que busca la flexibilidad y la accesibilidad, acercando las licuachelas a un público más amplio.

El camino no es fácil, es un reinicio, un volver a empezar desde cero. Amairany lo reconoce, pero la determinación y la pasión por su proyecto la impulsan hacia adelante. Con apenas un mes y medio de funcionamiento, "Barbie Ken Drinks" ya comienza a dar sus primeros pasos, con la mirada puesta en el futuro y la ambición de crecer y consolidarse en el corazón de la capital.

La invitación a famosos para que prueben sus bebidas es una estrategia inteligente que busca generar mayor visibilidad y atraer la atención del público. Una muestra de la visión emprendedora de Amairany y Ángel, quienes apuestan por la innovación y las nuevas formas de promoción en un mundo cada vez más digital.

La historia de "Barbie Ken Drinks" es un testimonio de la capacidad de reinventarse, de sobreponerse a la adversidad y de seguir adelante con la fuerza de los sueños. Un nuevo capítulo en la historia de las licuachelas en Tepito, que se escribe con la tinta de la perseverancia y el sabor de la innovación. Un recordatorio de que, incluso en los momentos más difíciles, la chispa del emprendimiento puede encender la llama de la esperanza y iluminar el camino hacia un futuro mejor.