
6 de junio de 2025 a las 09:10
Descubre la magia de Romerito y Alito
El pasado domingo, México fue testigo de una peculiar estrategia política: la abstención como forma de protesta. Partidos como Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI) optaron por alejarse de las urnas, incluso llamando a boicotear la elección judicial. Si bien la esencia de los partidos políticos radica en influir a través del voto, estos decidieron apostar por la no participación. ¿Triunfo opositor? Difícilmente. Si bien la abstención fue alta, con solo 13 de cada 100 mexicanos acudiendo a las urnas, esto no representa una victoria. Aunque hubieran participado solo 5 millones de electores, el resultado habría sido el mismo: una contundente derrota frente a la aplanadora de la 4T.
A diferencia de la Revocación de Mandato, que requiere un mínimo de participación para ser vinculante, la elección judicial no tenía tal requisito. Con esto, la oposición, liderada por figuras como "Romerito" (Marko Cortés) y "Alito" (Alejandro Moreno), perdió por default. Ahora, argumentarán la ilegitimidad de los jueces, magistrados y ministros electos, alegando la baja participación y la influencia del "capricho de un solo hombre". Sin embargo, estos argumentos resultan débiles y poco convincentes. Como bien señala Pérez Ricart, fuimos testigos de la rendición de la oposición. Priorizaron la comodidad y la omisión, dejándose vencer por la pereza y el miedo a perder, en lugar de cumplir con su deber democrático.
Millones de mexicanos no simpatizan con el lopezobradorismo, pero sus representantes políticos optaron por la inacción. Lejos de debilitar a la 4T, esta abstención la fortaleció, otorgándole aún más poder. El único que se atrevió a participar fue Roberto Gil Zuarth, y la respuesta de la oposición fue darle la espalda, tildándolo incluso de traidor. Un error garrafal. Los verdaderos traidores fueron "Romerito" y "Alito", quienes prefirieron no jugar el partido, lanzando un mensaje infantil: "Nadie vaya al torneo, los árbitros están vendidos, el VAR está comprado y la cancha está dispareja". ¿Estos son los guerreros de la democracia que enfrentarán a la aplanadora guinda? Con esta actitud, "Romerito" y "Alito" están condenados a perder en 2027. Son pesos minimosca que temen subirse al ring. Son los responsables de que Morena tenga cada vez más poder.
La incoherencia de la oposición es evidente. Hace un año, "votar era de chingones"; ahora es un acto antidemocrático. Hace un año, "el INE y el TRIFE no se tocaban"; ahora son árbitros vendidos. ¿Qué dirán en 2027? México necesita una oposición real, que deje de lado las excusas y asuma su responsabilidad en la construcción de un país democrático. La abstención no es una estrategia, es una renuncia.
Por Gustavo Rentería.
Colaborador
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MAAZ
Fuente: El Heraldo de México