Un año de transformación profunda y tangible. Eso es lo que resume el primer año de la presidencia de Claudia Sheinbaum. Desde el inicio de su mandato, la primera mujer presidenta de México ha demostrado una capacidad de gestión excepcional, llevando a cabo políticas públicas que no solo dan continuidad a la Cuarta Transformación, sino que la elevan a un nuevo nivel, un "Segundo Piso" cimentado en la justicia social, la innovación y el desarrollo inclusivo.

Los resultados económicos hablan por sí solos. La inversión extranjera directa ha alcanzado cifras récord, impulsada por una estrategia de nearshoring que ha posicionado a México como un socio estratégico en el escenario global. Este crecimiento económico no se queda en las estadísticas, se traduce en beneficios concretos para la población: el salario mínimo ha alcanzado su nivel más alto en 40 años y la pobreza laboral ha disminuido a mínimos históricos en dos décadas. No se trata solo de números, sino de la materialización de un modelo económico que prioriza el bienestar de todas y todos los mexicanos.

La política exterior de Sheinbaum ha sido igualmente destacable. En un contexto internacional complejo, marcado por la vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la presidenta ha sabido navegar con inteligencia y firmeza, defendiendo los intereses de México sin renunciar al diálogo y la cooperación. Su propuesta de un mecanismo regional para abordar la crisis migratoria es una muestra de su visión estratégica y su compromiso con una solución integral a este desafío.

Las reformas emprendidas por el gobierno de Sheinbaum son un testimonio de su compromiso con la democratización y la modernización del país. La reforma al Poder Judicial, que introduce la elección popular de jueces, magistrados y ministros, es un paso histórico hacia una justicia más transparente y cercana a la ciudadanía. La creación de la Secretaría de las Mujeres, la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, refleja una visión de futuro, apostando por la igualdad de género, el desarrollo científico y tecnológico, y la modernización de la administración pública.

Pero quizás el aspecto más conmovedor de este primer año de gobierno sea la consolidación y ampliación de los programas sociales. La continuidad de programas emblemáticos como la Pensión Universal para Adultos Mayores, la Beca Universal Rita Cetina Gutiérrez, Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, garantiza el apoyo a los sectores más vulnerables de la población. La creación de la Pensión Mujeres Bienestar para mujeres de 60 a 64 años es una muestra más del compromiso de Sheinbaum con la igualdad sustantiva y el bienestar de las mujeres mexicanas.

En resumen, el primer año de Claudia Sheinbaum al frente de la presidencia de México ha sido un año de logros significativos, de consolidación de la Cuarta Transformación y de proyección hacia un futuro más próspero, justo e inclusivo. Su liderazgo, con una visión científica, humanista y profundamente comprometida con el pueblo mexicano, nos llena de esperanza y nos invita a seguir construyendo, juntas y juntos, el país que soñamos. Un país donde nadie se queda atrás, un país que avanza con paso firme hacia un futuro mejor.