La música, ese lenguaje universal, se convirtió en el hilo conductor que unió a más de 550 líderes empresariales e institucionales en la clausura del VIII Congreso del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI). Carlos Vives, el reconocido artista colombiano, no solo deleitó con su música, sino que tejió un emotivo discurso sobre la riqueza del mestizaje cultural iberoamericano. Sus palabras resonaron en el Cartuja Center CITE de Sevilla, recordándonos que la fusión de ritmos prehispánicos, españoles y africanos es el corazón palpitante de nuestra identidad musical. Imaginen esos primeros encuentros, la sorpresa de los indígenas al escuchar las guitarras españolas, la fascinación de los europeos al descubrir los instrumentos autóctonos. Vives nos transportó a ese momento crucial donde la música trascendió las barreras lingüísticas y culturales, sembrando la semilla de lo que hoy conocemos como la música latinoamericana.

Este encuentro de culturas, que Vives tan magistralmente evocó, no se limita al ámbito musical. Es el reflejo de un intercambio mucho más profundo que ha moldeado nuestra historia, nuestras tradiciones y nuestra propia forma de ser. El idioma, la religión, la gastronomía… todos estos elementos se entrelazaron a lo largo de los siglos, creando una identidad única y vibrante. Y es precisamente esa riqueza la que nos une, la que nos convierte en una comunidad con un patrimonio compartido invaluable.

La actuación de Vives, acompañado por niños y miembros de la Fundación Alalá, fue mucho más que un concierto. Fue una celebración de la inclusión social, una muestra palpable de cómo la música puede ser un puente para conectar a personas de diferentes realidades. La ovación del público, puesto en pie, no solo fue un reconocimiento al talento del artista, sino también una expresión de la profunda conexión que se generó en ese momento, una conexión que trasciende las fronteras geográficas y nos recuerda que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos una raíz común.

El VIII Congreso del CEAPI, el primero celebrado en una ciudad española diferente a Madrid, no solo fue un espacio para el debate y el análisis de la realidad económica y empresarial iberoamericana. Fue también un escenario para celebrar nuestra cultura, para reafirmar nuestros lazos y para proyectar un futuro en el que la cooperación y la integración sean los pilares fundamentales. La entrega del testigo a la Ciudad de México, sede del próximo encuentro en 2026, simboliza la continuidad de este esfuerzo conjunto por construir un futuro próspero para Iberoamérica.

Sevilla, con su rica historia y su vibrante cultura, fue el escenario perfecto para este importante evento. Durante tres días, líderes empresariales, expertos y dirigentes institucionales debatiearon sobre temas cruciales para el desarrollo de la región: la expansión de las empresas multi-latinas, los desafíos en materia de defensa y seguridad, el liderazgo femenino, las nuevas generaciones empresariales y las inversiones latinoamericanas en España. La geopolítica, en un mundo cada vez más complejo e incierto, también ocupó un lugar central en las discusiones. El Congreso del CEAPI se consolida, así, como un foro fundamental para el diálogo y la cooperación entre ambos lados del Atlántico, un espacio donde se gestan las ideas y las estrategias que contribuirán al crecimiento y al progreso de Iberoamérica. La resonancia de la música de Carlos Vives, con su mensaje de unidad y mestizaje, seguirá vibrando en los corazones de los asistentes, recordándoles la fuerza y el potencial de una región unida por la cultura y la historia.