La angustia se palpa en el aire en Pachuca de Soto, Hidalgo. Han pasado días que se sienten como una eternidad desde que Brian Andrei Rosas Mendoza, un joven brillante de tan solo 22 años, desapareció sin dejar rastro. El pasado 1 de junio, la vida de su familia y amigos dio un giro devastador, sumiéndolos en una incertidumbre que carcome el alma. La búsqueda incansable de Brian, un joven lleno de sueños y con un futuro prometedor, ha movilizado a toda una comunidad que clama por su regreso a casa.

Las calles de Pachuca se han convertido en un mar de rostros preocupados, pegando carteles con la imagen de Brian, un joven de 1.75 metros de altura, complexión delgada, tez blanca, cabello corto y ondulado, y ojos café claro. Sus distintivos tatuajes, un pulpo en el brazo izquierdo, una rosa en la mano izquierda, una runa en el pecho y una ballena en la pierna derecha, son ahora símbolos de esperanza, marcas indelebles que se graban en la memoria colectiva, en la plegaria silenciosa de quienes anhelan su retorno.

La discrepancia en la información oficial, con la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Hidalgo señalando su desaparición en Pachuca, mientras que la Procuraduría General de Justicia la ubica en Zempoala, añade otra capa de complejidad y desesperación a la ya de por sí angustiante situación. La familia, aferrada a la esperanza, señala con precisión el último lugar donde tuvieron contacto con Brian: el bulevar Everardo Márquez, a la altura de Effiges. Allí, según su testimonio, fue asaltado y posteriormente privado de su libertad. La imagen de Brian, vistiendo una playera, una chamarra blanca, pantalón de mezclilla azul y tenis color vino, se repite una y otra vez en la mente de sus seres queridos.

Más allá de la ficha de búsqueda, Brian es mucho más que una descripción física. Es un ingeniero en Software egresado de la Universidad Politécnica de Pachuca, un joven talentoso que encontró en la música otra forma de expresión, llenando escenarios con su voz y su pasión. Las fotografías que circulan en redes sociales, instantáneas de momentos felices donde Brian se entrega a la música, contrastan cruelmente con la realidad actual, con el silencio que ahora lo rodea.

Su brillante trayectoria académica, coronada con el premio Seeds for the future México 2024 otorgado por Huawei Mobile, es un testimonio de su dedicación y potencial. Este reconocimiento lo llevó a Tailandia, a compartir experiencias con la prestigiosa empresa, a ampliar sus horizontes y a contribuir con su talento al mundo de las telecomunicaciones. Un futuro truncado por una desaparición que exige respuestas.

La manifestación frente al Palacio de Gobierno de Pachuca el 4 de junio, con familiares y amigos portando su título universitario y reconocimientos académicos, fue un grito desesperado, una súplica colectiva por justicia y por el regreso de Brian. Cada día que pasa, la esperanza se mezcla con la angustia, pero la determinación de encontrarlo se mantiene firme. La búsqueda continúa, y la comunidad de Pachuca no descansará hasta que Brian Andrei Rosas Mendoza vuelva a casa.