Las intensas lluvias que azotaron la Ciudad de México el pasado lunes 2 de junio, con precipitaciones que alcanzaron los 70 milímetros, han puesto en alerta a las autoridades y han impulsado la implementación de medidas preventivas para evitar futuras inundaciones. Ricardo Alberto Munguía Alfaro, Subsecretario de Operación de Infraestructura Hidráulica y Eficiencia de la SEGIAGUA, ha explicado en detalle el alcance del Plan Tlaloque 2025, una estrategia integral que busca mitigar los efectos de las precipitaciones extremas y proteger a la ciudadanía.

Uno de los pilares fundamentales de este plan es la regulación de los sistemas de drenaje a través de labores de desazolve. Munguía Alfaro enfatizó la importancia de estas acciones para "garantizar la seguridad y evitar en la medida de lo posible las inundaciones", especialmente ante eventos meteorológicos atípicos como los registrados recientemente. Imaginen 10 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a llenar una presa completa, descargándose sobre la ciudad. Esta cifra, revelada por el propio Subsecretario en una entrevista para "Reporte H" de El Heraldo Televisión, nos da una idea de la magnitud del desafío y la necesidad de una respuesta coordinada y eficiente.

La colaboración interinstitucional es otro componente crucial del Plan Tlaloque 2025. Se ha establecido una estrecha coordinación entre las alcaldías y las principales dependencias encargadas de la gestión del agua en México, incluyendo la Conagua, la Comisión Estatal de Agua, la Secretaría de Agua del Estado de México y el organismo de Cuenca del Valle de México. Esta sinergia permite optimizar los recursos y articular las acciones para una respuesta más eficaz ante las emergencias.

Más allá de las labores de desazolve, el plan también contempla la identificación precisa de las zonas con mayor riesgo de inundación. Esta labor de mapeo permite el despliegue estratégico de cuadrillas, equipos hidromáticos y camiones de bombeo emergentes en los puntos más críticos. Se trata de una estrategia proactiva que busca anticiparse a las inundaciones y minimizar sus impactos.

Las nuevas estrategias implementadas, según Munguía Alfaro, buscan no solo mitigar las afectaciones, sino también fortalecer la comunicación con la población. Informar a la ciudadanía sobre las zonas de riesgo y las medidas que se están tomando es fundamental para fomentar la prevención y la autoprotección. En este sentido, el Subsecretario destacó la importancia de mantener a la población informada sobre el desarrollo de las infraestructuras y las posibles contingencias.

El Plan Tlaloque 2025 representa un esfuerzo significativo para fortalecer la resiliencia de la Ciudad de México ante las lluvias torrenciales. La combinación de acciones preventivas, como el desazolve y la identificación de zonas de riesgo, con una respuesta rápida y coordinada ante las emergencias, promete una mayor protección para la ciudadanía y una mejor gestión de los recursos hídricos. Sin embargo, el éxito de este plan dependerá no solo de la eficiencia de las autoridades, sino también de la participación activa de la ciudadanía en las medidas de prevención. Es un reto compartido que requiere la colaboración de todos para construir una ciudad más segura y preparada ante los desafíos del cambio climático.