La sombra de la duda se cierne sobre las recientes elecciones del Poder Judicial de la Federación. El PRI, en una declaración contundente que resuena en los pasillos del poder, ha anunciado su intención de impugnar los resultados, calificando el proceso como una "farsa" y un "engaño" a la democracia. Las acusaciones son graves: se habla de una elección de Estado, orquestada desde las altas esferas del poder para manipular los resultados.

Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, ha sido la voz cantante de esta denuncia. Moreira no solo ha confirmado la preparación de una impugnación formal por parte de su partido, sino que ha lanzado un llamado a la acción, instando a los candidatos que participaron en la contienda a unirse a la lucha legal. Su mensaje se dirige especialmente a aquellos que, de buena fe, compitieron sin saber que las cartas estaban marcadas, a aquellos que fueron "engañados" y excluidos de los "acordeones" de Morena, listas predefinidas que, según las acusaciones, determinaron el resultado de la elección.

La argumentación del PRI se basa en una serie de irregularidades que, a su juicio, deslegitiman el proceso electoral. La existencia de estos "acordeones", la movilización de votantes, la baja participación ciudadana y la constante intromisión del Poder Ejecutivo y de los gobernadores son algunos de los elementos que, según Moreira, constituyen pruebas irrefutables de la manipulación.

El caso de Jalisco se presenta como un ejemplo paradigmático de estas anomalías. La escasa participación del 6% del electorado en la elección de ministros es una cifra que, para el PRI, habla por sí sola. Además, denuncian la estrategia de fraccionamiento de las boletas para la elección de jueces, una maniobra que, según argumentan, buscaba diluir la participación ciudadana y confundir al electorado. Esta fragmentación, afirman, provocó que un 2% de los votantes de Jalisco sufragaran por jueces de otras zonas o incluso de otros estados, un hecho que consideran inadmisible.

La impugnación del PRI abre un nuevo capítulo en la historia del Poder Judicial de la Federación. La acusación de "elección de Estado" es un tema delicado que requerirá una investigación exhaustiva y una respuesta contundente por parte de las autoridades competentes. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tendrá la última palabra en este complejo y controvertido asunto. Mientras tanto, la incertidumbre y la tensión política continúan creciendo en el país. ¿Se anularán las elecciones? ¿Se abrirá una nueva convocatoria? ¿Se depurarán responsabilidades? Estas son algunas de las preguntas que florecen en el aire, mientras la nación observa atentamente el desarrollo de los acontecimientos. El futuro del Poder Judicial de la Federación, y con él, el equilibrio de poderes en México, pende de un hilo.