La creciente inseguridad en los centros comerciales de la Ciudad de México nos obliga a preguntarnos: ¿son realmente espacios seguros? El reciente incidente de la joven agredida en Forum Buenavista, aunque sin consecuencias graves, enciende las alarmas sobre la vulnerabilidad de las personas en estos lugares supuestamente resguardados. Una herida en la cabeza, sin testigos ni explicación, nos deja un inquietante vacío de información. ¿Fue un intento de robo? ¿Un acto de violencia aleatorio? ¿Una agresión premeditada? La falta de detalles y la reticencia de la víctima a proporcionar información, nos hace pensar en la posibilidad de que sienta temor, quizás a represalias. Es fundamental que las autoridades investiguen a fondo este caso y brinden la protección necesaria a la joven.

Más allá de este incidente puntual, la historia de Forum Buenavista nos presenta un panorama aún más sombrío. Los recurrentes suicidios en este centro comercial, tres en tan solo unos días, nos hablan de un lugar que, paradójicamente, se ha convertido en escenario de desesperación. ¿Qué lleva a las personas a elegir este espacio público para un acto tan íntimo y trágico? ¿Hay alguna relación entre estos eventos y la dinámica del lugar? Es imperativo que las autoridades y la administración del centro comercial tomen medidas para prevenir futuros incidentes. Barreras de seguridad, mayor presencia de personal de vigilancia y, sobre todo, atención a la salud mental de quienes frecuentan el lugar, podrían ser algunas de las soluciones.

La comparación con el feminicidio de Yéssica Celene Hernández en Reforma 222, aunque ocurrido años atrás, sigue resonando con fuerza. Ambos casos, aunque distintos en su naturaleza, comparten un elemento común: la violencia contra las mujeres en espacios públicos. El caso de Celene, un brutal recordatorio de la vulnerabilidad femenina ante la violencia machista, nos obliga a reflexionar sobre la eficacia de las medidas de seguridad en estos lugares y la necesidad de protocolos específicos para atender situaciones de riesgo.

No podemos permitir que los centros comerciales, concebidos como espacios de ocio y consumo, se transformen en escenarios de violencia e inseguridad. La administración de Forum Buenavista tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus visitantes, implementando medidas efectivas y transparentes. Asimismo, las autoridades deben investigar a fondo cada incidente y brindar la atención necesaria a las víctimas. La seguridad ciudadana no puede ser negociable, y la tranquilidad de los ciudadanos debe ser la prioridad. Es hora de que se tomen medidas concretas para que estos espacios vuelvan a ser lugares seguros para todos. La sociedad exige respuestas y acciones, no solo comunicados vacíos. El silencio de la administración de Forum Buenavista es, en sí mismo, una respuesta preocupante. ¿Qué están ocultando? ¿Qué medidas están tomando para prevenir futuros incidentes? La ciudadanía merece saberlo.

La falta de información sobre las investigaciones en curso genera desconfianza y especulación. Es crucial que las autoridades mantengan informada a la población sobre los avances en los casos, tanto de la joven agredida como de los suicidios. La transparencia es fundamental para generar confianza y para que la ciudadanía se sienta protegida. Además, es necesario que se implementen campañas de concientización sobre la violencia de género y la importancia de la salud mental, para prevenir futuros incidentes y brindar apoyo a quienes lo necesiten. No podemos normalizar la violencia ni la desesperación. Debemos construir una sociedad donde todos nos sintamos seguros y protegidos, sin importar el lugar donde nos encontremos.