La tensión política se palpa en el aire tras las recientes elecciones locales en Durango y Veracruz, así como la inédita elección judicial. El debate se ha intensificado en el Consejo General del INE, donde representantes de diferentes partidos se han enfrascado en un cruce de acusaciones y reclamos. Mientras el PAN y el PRI señalan la baja participación en la elección judicial como un síntoma preocupante para la democracia mexicana, y se autoproclaman vencedores en las contiendas locales, Morena defiende el proceso y celebra la participación ciudadana en la elección de los magistrados de la Suprema Corte.

La diputada priista Marcela Guerra ha alzado la voz, argumentando que la baja afluencia a las urnas en la elección judicial pone en jaque la imparcialidad de la justicia y las libertades de los mexicanos. Para Guerra, la transición hacia un modelo electoral para la designación de jueces representa un retroceso y una amenaza para las instituciones. Su postura ha sido secundada por el diputado Víctor Hugo Sondón, quien ha criticado duramente la escasa participación ciudadana, destacando que solo una de cada diez personas ejerció su derecho al voto, y que una cuarta parte de los votantes anuló su boleta o la dejó en blanco. Sondón ha aprovechado la ocasión para subrayar que la oposición obtuvo una mayor cantidad de votos que el partido en el poder, a pesar del supuesto apoyo del aparato gubernamental. El mensaje del panista es claro: la oposición está ganando terreno y representa una esperanza para el futuro del país.

Desde Movimiento Ciudadano, Juan Ignacio Zavala ha reivindicado los supuestos triunfos de su partido en Veracruz y Durango, atribuyéndolos a la voluntad popular y no a la concesión de Morena. Además, Zavala ha hecho un llamado a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, para garantizar la transparencia en el conteo de votos, un llamado que resuena con la preocupación por la integridad del proceso electoral.

Por su parte, Morena no se ha quedado callada. El diputado Guillermo Santiago Rodríguez ha acusado al PRIAN de menospreciar la decisión del pueblo y de resistirse a la participación ciudadana en la designación de los magistrados. Para Rodríguez, la elección judicial es un triunfo para la democracia, ya que millones de mexicanos han podido participar en un proceso que antes estaba reservado a un pequeño grupo. El morenista ha defendido la legitimidad del proceso y ha enfatizado que el único soberano en México es el pueblo. Además, ha lanzado una dura crítica al PRI, acusándolo de carecer de autoridad moral para cuestionar el proceso electoral, recordando el pasado priista y los escándalos de corrupción que lo marcaron. Rodríguez ha destacado que la participación ciudadana en la elección judicial superó la votación obtenida por el PRI en las elecciones del año anterior.

Ernesto Alejandro Prieto, también diputado de Morena, se ha sumado a la defensa de la elección judicial, argumentando que la molestia del PRI y el PAN se debe a la pérdida de influencia sobre el poder judicial. Prieto ha denunciado la liberación de delincuentes por parte de jueces presuntamente vinculados a los partidos de oposición, presentando la elección judicial como una oportunidad para acabar con la impunidad y la corrupción en el sistema de justicia. La confrontación entre los partidos políticos continúa, y el futuro del panorama político mexicano se vislumbra complejo y lleno de desafíos.