La sombra de la controversia continúa cernida sobre Los Alegres del Barranco. No solo enfrentan un proceso judicial por "apología del delito" debido a la interpretación de narcocorridos en sus presentaciones, sino que ahora se les acusa de presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita. El vicefiscal Especial Ejecutivo de Investigación Criminal, Alfonso Gutiérrez Santillán, ha puesto el foco en las ganancias obtenidas por la agrupación, señalando que podrían estar lucrando con la interpretación de canciones que incitan a la violencia y al crimen organizado. La cifra que se investiga asciende a 5.8 millones de pesos, presuntamente obtenidos en eventos donde se proyectaron imágenes de un reconocido líder de un cartel de drogas.

La investigación se centra en determinar si el dinero generado por Los Alegres del Barranco proviene de actividades ilícitas. Gutiérrez Santillán ha sido enfático al declarar que se busca profundizar en el origen de estos recursos, considerando la posible conexión con la apología del delito por la que ya se encuentran vinculados a proceso. Este nuevo giro en el caso añade una capa de complejidad a la situación legal de la agrupación, que ya se encontraba en la mira de las autoridades.

Recordemos que el pasado 29 de marzo, la presentación de Los Alegres del Barranco en un conocido recinto de Guadalajara desató la polémica. La proyección de fotografías de un famoso capo en pantallas gigantes durante su actuación fue la chispa que encendió la mecha de la controversia. Armando "N", José Pavel "N", José Carlos "N" y Cristóbal "N", integrantes de la banda, junto con su representante y promotor, fueron vinculados a proceso a raíz de este incidente.

Pero este no fue un caso aislado. Se han documentado otras presentaciones en Villa Purificación, la Monumental Plaza de Toros de Cihuatlán y el Lienzo Charro Mario Orendain en Tequila, donde Los Alegres del Barranco habrían incurrido en la misma conducta. La acumulación de evidencias ha resultado en cinco carpetas de investigación abiertas en su contra, un número que pone en relieve la gravedad de la situación.

A las acusaciones en México se suma la revocación de sus visas, tanto de trabajo como de turista, por parte del gobierno de Estados Unidos. Este hecho limita considerablemente las posibilidades de la agrupación para realizar presentaciones internacionales y complica aún más su panorama. El futuro de Los Alegres del Barranco se presenta incierto, con un camino legal complejo por delante y la presión de la opinión pública que cuestiona la glorificación de la violencia en sus canciones. ¿Podrán sortear estos obstáculos y continuar con su carrera musical? El tiempo y la justicia tendrán la última palabra. Mientras tanto, el debate sobre la responsabilidad de los artistas en la difusión de contenidos que incitan a la violencia sigue abierto.