El misterio en torno a la muerte de Natalie Wood, a pesar del paso del tiempo, continúa cautivando e intrigando al público. Aquel fatídico 29 de noviembre de 1981, a bordo del yate "The Splendor", se tejió una tragedia que aún no encuentra un desenlace claro. La imagen de la glamurosa actriz, tres veces nominada al Oscar, flotando sin vida cerca de la isla Santa Catalina, contrasta dramáticamente con la brillante carrera que la catapultó a la fama en Hollywood.

Mucho se ha especulado sobre lo acontecido esa noche. La presencia de su esposo, Robert Wagner, y del actor Christopher Walken, compañero de reparto de Natalie en la película "Proyecto Brainstorm", añade una capa adicional de complejidad al relato. Rumores de celos profesionales y tensiones personales entre Wagner y Walken se entremezclan con las versiones oficiales, creando una atmósfera de incertidumbre que alimenta las teorías conspirativas.

La versión inicial, la del accidente, apuntaba a que Natalie, perturbada por el ruido del bote auxiliar golpeando el casco del yate, habría salido a asegurarlo, resbalando y cayendo al agua. Su voluminosa chaqueta de plumas se convirtió en una pieza clave de esta narrativa, argumentándose que le impidió mantenerse a flote. Sin embargo, esta explicación, aparentemente sencilla, nunca satisfizo completamente a la opinión pública, ni a la familia de la actriz.

La reapertura del caso en 2011, impulsada por las declaraciones del capitán del yate y la insistencia de Lana Wood, hermana de Natalie, en la implicación de Robert Wagner, reavivó el debate. Las nuevas pruebas forenses, que revelaron moretones y una herida en el rostro de la actriz, sugirieron la posibilidad de un forcejeo y una lucha por sobrevivir, sembrando aún más dudas sobre la versión del accidente. El término "persona de interés" asociado a Wagner, aunque sin cargos formales, incrementó la presión mediática y la sospecha pública.

A pesar de las acusaciones y las especulaciones, Wagner ha mantenido su inocencia a lo largo de los años. En su libro de memorias y en el documental "Natalie Wood: Entre bambalinas", dirigido por la hija de la actriz, el actor relata su versión de los hechos, admitiendo una discusión con Natalie, pero negando rotundamente cualquier responsabilidad en su muerte.

La tragedia de Natalie Wood trasciende el ámbito de la crónica de sucesos para convertirse en un enigma que persiste en el imaginario colectivo. La combinación de fama, misterio y versiones contradictorias ha convertido este caso en un tema recurrente en la prensa y en la cultura popular. La ausencia de una respuesta definitiva, la falta de un cierre, mantiene viva la llama de la especulación y la búsqueda de la verdad detrás de la muerte de una de las estrellas más brillantes de Hollywood. ¿Accidente, negligencia o algo más? La pregunta sigue flotando en el aire, tan enigmática como el último suspiro de Natalie Wood en las oscuras aguas de la noche.