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4 de junio de 2025 a las 12:25

Miguel Ángel y León XIV: Una amistad divina

La inesperada elección de León XIV ha conmocionado al mundo, pero en un rincón del Perú, la noticia se recibe con una mezcla de asombro y orgullo familiar. No es para menos, pues aunque nacido en Estados Unidos, el nuevo Papa ha tejido lazos profundos con el país andino, donde ha residido por largos periodos, forjando vínculos que ahora se celebran con especial fervor. Miguel Ángel Martín Juárez, íntimo amigo del Santo Padre y conocido cariñosamente como "Don Miguelito", nos ofrece una mirada privilegiada a la vida del hombre detrás de la sotana blanca.

Don Miguelito, con la memoria fresca de años de compartida labor en la Orden de los Agustinos, recuerda a Robert Prevost, ahora León XIV, como un hombre de excepcional sencillez y serenidad. "Esa sonrisa que cautivó al mundo desde el balcón", relata, "es el reflejo fiel de su alma acogedora, de su capacidad de escucha y su talante dialogante". Doce años de trabajo codo a codo, del 2001 al 2013, permitieron a Don Miguelito conocer a fondo al futuro Papa, atestiguando su humildad y su prudencia al tomar decisiones, siempre precedidas por una atenta escucha.

La noticia de la elección papal, confiesa Don Miguelito, los tomó por sorpresa. "Aún nos cuesta creerlo", admite, recordando la incredulidad de un amigo común al ver a Robert Prevost vestido de blanco en la televisión: “¡Pero si apenas hemos estado comiendo espagueti juntos!”. Días antes del cónclave, Don Miguelito había bromeado con Prevost sobre la posibilidad de su elección. La respuesta del entonces director general de los Agustinos fue un reflejo de su profunda fe y humildad: "Estoy en manos de Dios y será lo que Él quiera; porque es de responsabilidad infinita”.

Tras la elección, Don Miguelito, consciente de la abrumadora agenda del nuevo Pontífice, optó por un mensaje de felicitación, sin esperar respuesta inmediata. Para su sorpresa, la respuesta llegó en apenas diez minutos, un gesto que conmovió profundamente a su viejo amigo: "Cuanto te agradezco, ya ves que responsabilidad, así que rezar por mí, un abrazo muy fuerte”. Estas palabras, cargadas de afecto y de la inmensa responsabilidad asumida, resonaron en el corazón de Don Miguelito como un eco de la profunda humanidad que siempre caracterizó a León XIV.

Respecto al futuro de la Iglesia bajo el liderazgo de León XIV, Don Miguelito anticipa una continuidad con la línea pastoral de Francisco, aunque matizada por el estilo personal del nuevo Papa. "Su misión principal", afirma con convicción, "será anunciar y proclamar el Evangelio, fortalecer la fe de todos los cristianos". Y en Perú, donde León XIV dejó una huella imborrable, se espera con esperanza y alegría el fruto de su ministerio petrino. La historia de León XIV es un testimonio de que la grandeza puede encontrarse en la sencillez, y que la humildad es el cimiento más sólido para una misión de alcance universal.

Fuente: El Heraldo de México