El rugir de la maquinaria y el aroma a asfalto fresco se han convertido en la nueva banda sonora de Cuautepec. Un cambio palpable, una transformación que se extiende a lo largo de dos kilómetros de las avenidas Diamante y La Corona, arterias vitales que conectan el corazón de esta comunidad con el futuro. No se trata simplemente de repavimentación, sino de la construcción de un camino hacia mejores oportunidades.

Imaginen el alivio de los estudiantes de la UACM y del IEMS Belisario Domínguez, quienes día a día transitaban por un camino lleno de baches, sorteando obstáculos que ponían en riesgo su seguridad y retrasaban su llegada a las aulas. Ahora, un trayecto fluido y seguro les espera, permitiéndoles concentrarse en lo verdaderamente importante: su educación, su desarrollo, su futuro.

Más allá de los centros educativos, esta obra beneficia a miles de personas que dependen del acceso a servicios de salud. La avenida La Corona, ahora renovada, facilita la llegada al Centro de Atención para Personas con Discapacidad, a la Estancia de la Sabiduría para Adultos Mayores Loma la Palma y, próximamente, a la Clínica de la Mujer Cuautepec. Un acceso digno y eficiente a la salud, un derecho fundamental que se fortalece con cada metro de asfalto nuevo.

El alcalde Janecarlo Lozano, presente en la supervisión de las obras, no solo constata el avance, sino que escucha las voces de la comunidad, comprende sus necesidades y reafirma su compromiso con un Cuautepec mejor conectado, más accesible y con mayor calidad de vida. "Los vecinos de Cuautepec se merecen las mejores vialidades", una frase que resuena con la fuerza de la acción, con el respaldo de más de 920 toneladas de asfalto, 150 trabajadores y una inversión que se traduce en miles de metros cuadrados de progreso.

No son solo números, son historias. La historia de Doña María, que ahora puede llevar a su nieto al Centro de Discapacidad con mayor tranquilidad. La historia de Don José, que llega a tiempo a sus terapias en la Estancia de la Sabiduría. La historia de las jóvenes estudiantes que transitan seguras hacia la universidad. Son historias que se tejen en el asfalto nuevo, historias de un Cuautepec que se transforma, que avanza, que crece.

Esta obra se suma a las ya realizadas en las avenidas Juventino Rosas y Guadalupe Victoria, conformando una red de accesibilidad que revitaliza la zona. Un esfuerzo continuo, una inversión a largo plazo que no se detiene, que busca llegar a cada rincón de Cuautepec, llevando consigo la promesa de un futuro mejor. No se trata solo de tapar baches, se trata de construir un camino hacia el progreso, un camino que todos los vecinos de Cuautepec merecen. Y esto, es solo el comienzo. El compromiso continúa, la transformación sigue su curso, Cuautepec avanza con paso firme hacia un futuro más brillante.