Un año de trabajo legislativo se resume no en frías cifras, sino en las historias de miles de queretanos cuyas vidas buscamos transformar. Recorrer los 18 municipios, desde la sierra de Amealco hasta el dinámico San Juan del Río, no ha sido un mero trámite, sino una inmersión en la realidad de nuestra gente. En cada conversación, en cada apretón de manos, en cada mirada, he encontrado la inspiración para construir un Querétaro más justo y próspero. Más de mil Casas Amigas, vibrantes centros de encuentro y apoyo, se han convertido en el reflejo tangible de este compromiso, atendiendo a más de 10 mil personas con talleres, asesorías y gestiones que buscan empoderarlas y brindarles herramientas para un futuro mejor.

La política auténtica se construye desde la base, escuchando el latir del corazón de la comunidad. No se trata de dictar desde la comodidad de un escritorio, sino de caminar las calles, tocar puertas y comprender de primera mano las necesidades de quienes nos han confiado su representación. Este primer año ha sido un intenso aprendizaje, una reafirmación de que la cercanía con la gente no es un discurso vacío, sino la esencia misma de una labor legislativa eficaz. Las 53 iniciativas y puntos de acuerdo presentados no son simples documentos, sino la cristalización de las voces que he escuchado en cada rincón de Querétaro.

La Ley Kuri, por ejemplo, no es solo un conjunto de artículos, sino un escudo protector para 600 mil menores queretanos que navegan por el complejo mundo digital. Es la respuesta a la preocupación de padres y madres que buscan un entorno seguro para sus hijos. De igual manera, la propuesta de un fondo para dignificar los salarios de nuestros policías a nivel nacional nace del reconocimiento a su invaluable labor y la necesidad de brindarles la seguridad y el bienestar que merecen. Cada iniciativa, desde el reembolso de medicamentos no surtidos hasta el seguro de desempleo como derecho constitucional, pasando por las medidas de electromovilidad para combatir las sequías, representa una respuesta concreta a las demandas ciudadanas.

La aprobación de cinco de los 21 puntos de acuerdo presentados, incluyendo la innovadora incorporación de la inteligencia artificial en la justicia, demuestra que el trabajo constante y la colaboración dan frutos. Pero esto es solo el comienzo. La rendición de cuentas no se limita a un informe anual, sino que se convierte en un ejercicio permanente, una invitación constante al diálogo y a la participación ciudadana. Queremos un Querétaro donde la ciudadanía no sea un simple espectador, sino un actor protagónico en la construcción de su propio destino.

Los invito a conocer a fondo este informe, a cuestionarlo, a analizarlo y, sobre todo, a sumarse a este esfuerzo colectivo. Necesitamos mexicanos comprometidos, que exijan transparencia, que participen activamente en la búsqueda de soluciones y que vigilen el desempeño de sus representantes. Mi compromiso se renueva con tres pilares fundamentales: seguir escuchando a la ciudadanía en cada rincón de Querétaro, impulsar leyes que respondan a sus necesidades reales y fortalecer la rendición de cuentas como un ejercicio permanente. Juntos, construyamos el Querétaro que soñamos, un Querétaro fuerte, justo y próspero para todos.