
4 de junio de 2025 a las 08:45
El misterio de los restos en la casa de Cerati
La sombra del misterio se cierne sobre la antigua residencia de Gustavo Cerati en el tranquilo barrio de Coghlan. Lo que comenzó como una demolición rutinaria en la Avenida Congreso 3700, se transformó en un escalofriante descubrimiento que ha conmocionado a la opinión pública y reavivado la memoria del icónico músico. Los restos humanos hallados entre los escombros de la casa, que una vez albergó la creatividad del intérprete de "Bocanada", han desatado una ola de interrogantes que las autoridades se afanan por resolver.
La historia de la propiedad, que perteneció durante tres décadas a la artista plástica Marina Olmi, añade una capa adicional de intriga al caso. Olmi, figura reconocida en el circuito artístico porteño, alquiló la casa a Cerati entre 2001 y 2003, un periodo crucial en la carrera del exlíder de Soda Stereo. ¿Qué secretos guardaban esos muros que fueron testigos silenciosos de la vida del músico y de la anterior propietaria?
El hallazgo de relojes, prendas y otros objetos personales junto a los restos óseos, abre un abanico de posibilidades que los investigadores deberán analizar minuciosamente. Cada pieza, como una pieza de un rompecabezas macabro, podría ser la clave para desentrañar la identidad de la víctima y las circunstancias que rodearon su muerte.
La descripción preliminar de la víctima, una mujer joven y robusta, menor de 30 años, fallecida y enterrada presuntamente en la década de los 90, plantea aún más preguntas. ¿Quién era esta mujer? ¿Qué relación tenía con la propiedad o con sus anteriores habitantes? ¿Fue víctima de un crimen violento o su muerte se debió a causas naturales? Las pruebas de ADN, que se realizarán en los próximos días, serán cruciales para arrojar luz sobre este enigma.
La investigación, a cargo de la Fiscalía Nacional de Argentina, se encuentra en una etapa crucial. Los peritos forenses trabajan contrarreloj para analizar las evidencias y reconstruir los hechos que condujeron a la muerte de esta joven desconocida. Mientras tanto, la especulación y la incertidumbre se apoderan del barrio de Coghlan, que observa con asombro cómo la historia de una de sus casas más emblemáticas se transforma en el escenario de un misterio sin resolver. ¿Se trata de un caso aislado o existe una conexión con los antiguos habitantes de la propiedad? Solo el tiempo y la meticulosa labor de los investigadores podrán desvelar la verdad que yace sepultada bajo los cimientos de la antigua casa de Gustavo Cerati.
El eco de la música de Cerati, que resonaba entre esas paredes hace años, ahora se mezcla con el silencio inquietante de un pasado desconocido. La casa, que una vez fue símbolo de creatividad y arte, se ha convertido en un mudo testigo de una tragedia olvidada. La espera por las respuestas se hace larga y la comunidad se aferra a la esperanza de que la justicia prevalezca y la verdad, finalmente, salga a la luz.
Fuente: El Heraldo de México