El auge de los autos eléctricos en México se enfrenta a una silenciosa barrera: la escasez de infraestructura de carga. Si bien las proyecciones apuntan a un futuro electrificado, con siete de cada diez autos nuevos utilizando esta tecnología para 2030, la realidad actual dista mucho de esta visión optimista. La falta de puntos de carga accesibles y eficientes no solo frena la adopción masiva de esta tecnología limpia, sino que también genera frustración entre los pioneros que han apostado por la movilidad eléctrica. Imaginen la paradoja: adquirir un vehículo de última generación para contribuir a un futuro sostenible, y terminar caminando más que antes debido a la imposibilidad de recargarlo. Este es el escenario que describe Hammad Khan, CEO de Plugcy, al relatar la experiencia de un amigo en la Ciudad de México, quien, tras invertir en un auto eléctrico europeo, se ve limitado por la escasa disponibilidad de conectores compatibles.

Este desafío no se limita a la disponibilidad, sino que también se extiende a la velocidad de carga. En una sociedad que exige inmediatez, la perspectiva de esperar entre 7 y 8 horas para una carga completa resulta desalentadora. Khan, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México, identifica este factor como un obstáculo crucial para la popularización de los vehículos eléctricos. Ante este panorama, Plugcy emerge con una propuesta innovadora que busca abordar ambos problemas: la falta de infraestructura y la lentitud de la carga. Su apuesta se centra en cargadores rápidos, eficientes y de bajo costo, combinados con un modelo de negocio disruptivo: la renta de cargadores entre particulares.

Imagine un sistema similar a Airbnb, pero aplicado a la recarga de vehículos eléctricos. Propietarios de cargadores pueden poner a disposición sus equipos a otros usuarios a través de una aplicación móvil, generando ingresos extra y al mismo tiempo, ampliando la red de puntos de carga disponibles. Esta solución no solo democratiza el acceso a la carga, sino que también ofrece una alternativa económica a la costosa instalación de cargadores rápidos, que pueden llegar a representar hasta un 20% del valor de un vehículo eléctrico. Khan ilustra esta problemática con el ejemplo de un ejecutivo de BYD en México, quien se planteaba la inversión en un cargador rápido para su edificio, enfrentándose a un costo prohibitivo.

Plugcy propone una alternativa más accesible: cargadores ligeros, fáciles de instalar y con un precio significativamente menor. La facilidad de instalación, comparable a montar un televisor, elimina las barreras técnicas y económicas que frenan la expansión de la infraestructura de carga. Además, la aceptación de este modelo de negocio colaborativo ha sido validada por un estudio realizado por la empresa, en el que ocho de cada diez encuestados se mostraron dispuestos a rentar sus cargadores. La aplicación, aún en fase de pruebas, promete simplificar el proceso de carga: buscar puntos de carga cercanos, reservar y pagar a través de la plataforma. Con esta propuesta disruptiva, Plugcy no solo busca resolver los desafíos actuales de la movilidad eléctrica en México, sino también impulsar su adopción masiva, allanando el camino hacia un futuro más limpio y sostenible. Se trata de una iniciativa que transforma la necesidad en oportunidad, empoderando a los usuarios y construyendo una comunidad en torno a la movilidad eléctrica.