
4 de junio de 2025 a las 15:35
Antropología gana Princesa de Asturias
El eco del reconocimiento resuena en los majestuosos salones del Museo Nacional de Antropología de México. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 no es solo un galardón, es la culminación de décadas dedicadas a la salvaguarda de un legado invaluable. Un legado que susurra historias milenarias, que nos habla de culturas florecientes y de la profunda conexión del ser humano con su entorno. Imaginen recorrer sus pasillos, sentir la vibración de la historia en cada pieza, desde la imponente Coatlicue hasta la enigmática máscara del dios Murciélago. Cada objeto es una ventana al pasado, un testimonio tangible de la riqueza y diversidad de las civilizaciones que han florecido en estas tierras.
El MNA no es simplemente un repositorio de objetos antiguos, es un espacio vivo, un crisol de conocimiento que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia identidad. Más de tres millones de visitantes el año pasado, un récord sin precedentes, dan fe del magnetismo que ejerce este santuario cultural. No son simples números, son almas sedientas de conocimiento, ansiosas por conectar con las raíces de un pasado glorioso. ¿Y cómo no maravillarse ante la Piedra del Sol, ese calendario cósmico que nos habla de la profunda comprensión del universo que poseían nuestros ancestros? ¿Cómo no conmoverse ante la delicada belleza del Xochipilli, el Señor de las Flores, símbolo de la alegría y la renovación?
Este premio, otorgado por la prestigiosa Fundación Princesa de Asturias, es un reconocimiento a la incansable labor de preservación que ha llevado a cabo el museo a lo largo de su historia. Desde la recopilación de las primeras piezas a finales del siglo XVIII hasta la incorporación de hallazgos tan significativos como el esqueleto de "Naia", la joven del Pleistoceno Tardío, el MNA ha demostrado un compromiso inquebrantable con la memoria colectiva. "Naia" nos habla de un pasado remoto, de una América prehistórica poblada por seres humanos que, al igual que nosotros, buscaban comprender su lugar en el mundo.
Recorrer las veinte salas del MNA, con sus 30.000 metros cuadrados dedicados a la exposición, es embarcarse en un viaje a través del tiempo. Es una experiencia transformadora que nos conecta con nuestras raíces más profundas y nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural para las generaciones futuras. El Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 no es un punto final, sino un nuevo comienzo, un impulso para continuar con la noble tarea de proteger y difundir la riqueza cultural de México. Un patrimonio que, como bien señala el acta del jurado, "expresa las señas de identidad de una gran nación en la que sus gentes se reconocen".
El Museo Nacional de Antropología de México nos invita a un diálogo constante con el pasado, un diálogo que nos enriquece y nos ayuda a comprender mejor el presente. Un diálogo que, sin duda, seguirá resonando con fuerza en los años venideros. Un tesoro nacional, ahora reconocido internacionalmente, que nos recuerda la importancia de cuidar y valorar la herencia que hemos recibido.
Fuente: El Heraldo de México