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3 de junio de 2025 a las 18:25
Tranquilo en el Cablebús: Lluvia sin angustia.
Las recientes lluvias torrenciales que han azotado la Ciudad de México y el Estado de México han puesto en la mira la eficiencia y seguridad de los sistemas de transporte público, especialmente el Cablebús. Ante la incertidumbre y las preguntas que surgen entre los usuarios sobre qué sucede durante una tormenta, es crucial comprender los protocolos de seguridad y las medidas que se toman para garantizar el bienestar de todos.
El Cablebús, un sistema de transporte innovador y vital para la conectividad de ambas entidades, ha sido diseñado para operar bajo diversas condiciones climáticas. Sin embargo, la seguridad es la prioridad. Las tormentas eléctricas y los vientos extremos representan un desafío particular, y es por ello que existen protocolos específicos para mitigar cualquier riesgo.
Es importante desmitificar la idea de que el servicio se suspende ante la primera gota de lluvia. El Cablebús continúa operando durante precipitaciones intensas, siempre y cuando las condiciones del viento lo permitan. Un equipo especializado monitorea constantemente la velocidad del viento, y en caso de que las rachas superen los 65 km/h, la velocidad de las cabinas se reduce. Si la velocidad del viento alcanza los 70 km/h, el servicio se suspende temporalmente como medida preventiva para salvaguardar la integridad de los pasajeros.
Durante una suspensión temporal, es fundamental mantener la calma y seguir las indicaciones del personal. El protocolo de desembarque se activa de manera ordenada y eficiente, priorizando la seguridad de todos los usuarios. Es importante recordar que estas suspensiones son preventivas y buscan evitar cualquier incidente. La reanudación del servicio se lleva a cabo una vez que las condiciones meteorológicas lo permiten, garantizando un viaje seguro y confiable.
La duración de la suspensión del servicio es variable y depende de la intensidad de la tormenta. En el caso de tormentas eléctricas, se aplica un protocolo de pausa preventiva si se detectan descargas eléctricas a menos de 2 kilómetros de distancia. Estas pausas suelen ser breves, permitiendo que el sistema se reanude una vez que la amenaza haya pasado.
Es importante destacar la constante comunicación entre las autoridades de Protección Civil, la Secretaría de Movilidad y los operadores del Cablebús. Esta coordinación permite una respuesta rápida y eficiente ante cualquier eventualidad climática, garantizando la seguridad de los usuarios en todo momento. La información oportuna y precisa a través de canales oficiales, como redes sociales y comunicados, es fundamental para mantener a los usuarios informados sobre el estado del servicio y las medidas que se están tomando.
Viajar en el Cablebús durante una tormenta puede generar incertidumbre, pero es importante recordar que existen protocolos de seguridad rigurosos para proteger a los pasajeros. La preparación, la comunicación constante y la colaboración entre las autoridades y los usuarios son clave para garantizar un viaje seguro y eficiente, incluso en condiciones climáticas adversas.
Fuente: El Heraldo de México